La diputada Herminia López Santiago, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se quedó dormida durante la discusión de la reforma constitucional en materia de protección y cuidado animal, que se realizó el martes 12 de noviembre en la Cámara de Diputados.
La representante por el estado de Oaxaca en la Cámara Baja es legisladora por representación proporcional, y no reportó tener trayectoria política anterior a ese cargo, de acuerdo al Sistema de Información Legislativa.
La diputada morenista es secretaría de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, e integrante de las comisiones de Educación y de Pueblos Indígenas y Afromexicanos.
El dictamen que discute el pleno de la Cámara de Diputados plantea reformar los artículos 3, 4 y 73 de la Carta Magna para prohibir expresamente el maltrato animal; sin embargo, no considera prohibir las corridas de toros, las carreras de caballos o las peleas de perros.
Al parecer el sueño es endémico entre los legisladores de Morena, y no es algo nuevo; en mayo de 2019, el entonces diputado federal Manuel Huerta, por tercera ocasión en menos de ocho meses, se quedó dormido en una sesión pública en la Cámara de Diputados.
El legislador “escuchaba” una ponencia en la Comisión de Grupos Vulnerables, durante una sesión de Parlamento Abierto para analizar el Plan Nacional de Desarrollo, pero poco le importó y se durmió en distintos momentos.
Para disimular, se quitaba los lentes, sacaba su celular, lo leía y escribía; tomaba sus anotaciones y las leía, pero el sueño era más. Incluso, llegó el momento en que recargó su cabeza sobre su mano izquierda, cerró los ojos y se relajó.
Además, frotó su rostro con sus palmas para tratar de despabilarse, el desarrollo de la sesión le costó, doblaba las hojas que tenía a la mano. En menos de 14 días, entre septiembre y octubre, se volvió a quedar dormido en el pleno de la Cámara de Diputados.
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Este martes 12 de noviembre de 2024, la legisladora Herminia López ni siquiera intentó disimular y echada sobre su costado derecho, en los cómodos sillones del Palacio Legislativo de San Lázaro, se entregó a los brazos de Morfeo.