La legendaria actriz mexicana, María Victoria volvió a conmover al público al cantarle a la Virgen de Guadalupe en la Basílica, a los 102 años de edad, durante las celebraciones del 12 de diciembre de 2025.
Su aparición se convirtió en uno de los momentos más emotivos de la jornada guadalupana, al unir devoción, memoria histórica y tradición popular en un mismo escenario.
A sus 102 años, María Victoria reapareció frente a miles de fieles reunidos en la Basílica de Guadalupe para participar en las tradicionales mañanitas a la llamada “Morenita del Tepeyac”.
La artista, ícono del cine de oro y de la comedia televisiva mexicana, demostró que conserva la presencia escénica y la calidez que la han acompañado durante más de siete décadas de trayectoria.
Vestida de forma sobria y acompañada por el ambiente solemne del templo, la actriz dedicó su canto como un acto de gratitud y fe, gesto que fue recibido con aplausos, lágrimas y oraciones por parte de los asistentes.
Su participación fue transmitida y compartida en medios y redes sociales, donde miles de usuarios destacaron su fortaleza y la carga simbólica de verla rendir tributo a la Virgen a esa edad.
La relación de María Victoria con la Virgen de Guadalupe no es nueva: desde hace décadas mantiene la costumbre de acudir cada 12 de diciembre a cantarle como parte de una promesa personal ligada a momentos decisivos de su vida familiar.
Con el paso del tiempo, esa manda se transformó en una tradición que la ha acompañado durante más de medio siglo, convirtiéndola en una presencia recurrente en las celebraciones guadalupanas.
En esta ocasión, su regreso a la Basílica a los 102 años fue interpretado por muchos como la confirmación de esa fidelidad a la fe y a las costumbres religiosas populares mexicanas.
Para numerosos fieles, verla frente al altar guadalupano representó un puente entre generaciones: la artista que marcó la cultura del siglo XX rindiendo homenaje a un símbolo religioso central para millones de personas.
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La actuación de María Victoria se enmarcó en una jornada en la que millones de peregrinos acudieron a la Basílica de Guadalupe para participar en misas, rosarios, serenatas y homenajes organizados los días 11 y 12 de diciembre.
El recinto se convirtió, una vez más, en epicentro de la fe guadalupana, con familias enteras que viajaron desde distintos puntos del país para agradecer favores, hacer peticiones y mantener viva la tradición.
En medio de mariachis, coros y una programación religiosa y cultural intensa, la aparición de la veterana actriz destacó como uno de los momentos más comentados del día.
Para muchos devotos, su voz y su figura frágil pero firme frente a la imagen de la Virgen sintetizaron la mezcla de nostalgia, esperanza y arraigo que caracteriza año con año a las fiestas en el Tepeyac.
Con información de Excélsior.
