Saúl Armendáriz nació en 1970 en El Paso, Texas pero desde siempre se ha considerado mexicano. Con 30 años de carrera arriba del ring cuenta cómo ha sido su vida como luchador homosexual.
La lucha libre es uno de los deportes más emblemáticos de México y desde hace 40 años existe un grupo llamado “Los exóticos” integrado por luchadores que desafiaron los estereotipos de la masculinidad utilizando maquillaje, vestuarios llamativos y actitudes femeninas arriba del ring, sin embargo, ello no significaba que fueran homosexuales, como lo aseguró el especialista en lucha libre y boxeo Juan Manuel Ramírez.
Cassandro, quien comenzó su carrera como “Mr Romano” decidió romper con las etiquetas y ser el primer luchador declarado abiertamente homosexual.
“Yo quería ser transparente porque cómo voy a representar la lucha libre mexicana que es la mejor del mundo, pues tenía que abrirme a hablar de mis lastimaduras, lo que yo sufrí, lo rudo que yo sufrí, lo técnico que sé de la lucha libre”
Durante 3 décadas, Armendáriz también ha recibido golpes abajo del ring como la discriminación y las presiones sociales pero también ha sido objeto de apoyo y admiración. Este año, bajo la dirección de la franco-americana Marie Losier llega al Festival de Cine de Cannes, en Francia, el documental Cassandro The Exotic.
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Saúl Armendáriz quien ha ido 8 veces al hospital y ha tenido 4 cirugías en las rodillas sabe que la lucha continúa dentro y fuera del ring y ahora que su vida y voz pueden recorrer el mundo para él significa “el beneficio de todos mis sacrificios”.