El Real Madrid jugará la final de la Champions League el 1 de junio. Y abrirá su estadio para que su afición pueda ver en pantalla gigante el partido ante el Borussia Dortmund, como es tradición, pero este año hay un problema con nombre y apellido, Taylor Swift.
La superestrella estadounidense tiene dos fechas programadas en el remozado feudo merengue. Miles de personas pasarán por el estadio los días 29 y 30 de mayo, dos conciertos en las 48 horas previas a la gran cita de los hombres de Ancelotti en Wembley.
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El problema aparece con el margen de tiempo para desmontar todo el show de la popular cantante y volver a preparar el estadio para acoger un partido de fútbol, esta vez retransmitido por las pantallas gigantes que habitualmente se instalan en el centro del campo en estas ocasiones especiales.
Pocos estadios hay en el mundo como el Santiago Bernabéu, preparado como ninguno para este tipo de retos, pero la logística del concierto de Taylor Swift no es ni mucho menos sencilla.
De tal modo que, llega la primera prueba de fuego para la faraónica obra de Florentino Pérez, la cuenta atrás de 22 días empieza ya.
Con información de: Marca y 20 Minutos