La xilacina, el relajante para animales con el que ya se adulteraban opioides en Estados Unidos y Canadá, es una novedad en México; aumenta las posibilidades de sobredosis porque ya adultera la heroína y el fentanilo que se consume en Mexicali y Tijuana.
En el mundo de las drogas, ambas ciudades fronterizas del estado de Baja California, hay una nueva droga. En las calles la llaman “droga zombie”; muchos creen que es un tranquilizante para caballos.
Su nombre científico es xilacina y es un sedante veterinario que se combina con otros anestésicos y analgésicos para operaciones en mascotas pequeñas o en laboratorios donde en la mayoría de casos se experimenta con roedores.
Un estudio inédito aún ha descubierto restos de la sustancia en jeringuillas de consumidores habituales de heroína, metanfetamina y fentanilo de las dos ciudades.
Daniel Chávez Velasco, investigador del Instituto Tecnológico de Tijuana, advierte que “las personas creen que están comprando droga con los diferentes nombres que les dan ellos, principalmente heroína, pero se las están adulterando”.
Y habla con evidencia científica: es de los que genera los datos. De 300 muestras analizadas con espectroscopía, 20 por ciento contenía xilacina, sustancia que está transformado el mercado de las drogas ilícitas, y generando una crisis de salud pública en México.
Conocida también como “tranq”, “tranq dope”, “zombie drug” o “sleep-cut”, y en español como “anestesia de caballo” o “droga zombie”, la xilacina es una droga veterinaria nunca antes vista en las calles mexicanas y que el crimen organizado introdujo al producto final.
“Principalmente se había visto en Mexicali, por desgracia también ya llegó a Tijuana. Ya hemos encontrado muestras adulteradas con xilacina”, añade Daniel Chávez.
BC: laboratorio de drogas
A partir de los hallazgos de ese laboratorio, el 8 de abril pasado la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) emitió una alerta para el personal de salud y primeros respondientes, por el hallazgo de esa droga.
La combinación de fentanilo ─opioide sintético extremadamente potente─, con xilacina, además de un inminente riesgo de una sobredosis, puede provocar efectos secundarios graves como lesiones en la piel, infecciones y, en casos extremos necrosis.
En Tijuana se ha encontrado xilacina en apenas cuatro por ciento de las muestras analizadas, pero en Mexicali su presencia se ha ampliado a 51 por ciento.
Esos números forman parte del proyecto “Drogas emergentes y adulterantes en la frontera norte de México del diagnóstico a la intervención comunitaria”, del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y las ONG’s PrevenCasa y Verter AC.
El estado de Baja California se convirtió en un laboratorio de drogas sintéticas: desde 2020 se ha visto ensombrecido por la presencia de sustancias adulteradas, principalmente con fentanilo, pero de manera más reciente con el uso de la xilacina.
Además: Detienen a sujeto que experimentaba con gallinas para crear nuevas drogas en Querétaro
El también catedrático Chávez Velasco explica que las personas no saben que consumen fentanilo; por lo mismo, en caso de sobredosis no saben cómo tratarse: “Es cuestión de muerte porque los tratan creyendo que es una intoxicación de metanfetamina y resulta que los fármacos de rescate no funcionan”, sostiene.