México ha perdido hasta 700 millones de dólares por la suspensión de las exportaciones de ganado a Estados Unidos, derivada por la presencia del gusano barrenador en el sureste de México, afirmó el presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Homero García de la Llata.
El cierre de la frontera entre Estados Unidos y México al comercio de ganado vivo provocó que se frenara la exportación de más de un millón 200 mil cabezas de ganado. A dichas pérdidas económicas se suman millonarios recursos aplicados para la prevención de la plaga y traslado de animales.
Únicamente los costos derivados del tratamiento, movilización y medidas sanitarias tienen un impacto acumulado cercano a 3 mil millones de pesos para los ganaderos del sur del país, advirtió García de la Llanta.
Desde que la plaga del gusano barrenador reingresó a México a principios de este año, se han documentado más de 11 mil casos con la mayor concentración en Chiapas, Oaxaca, el sur de Veracruz, Yucatán, Tabasco, Campeche y Quintana Roo, apuntó el dirigente de la CNOG.
El gusano barrenador se logró eliminar exitosamente en México en 1991 tras una campaña exitosa que utilizó la técnica de la mosca estéril. Sin embargo, a finales de 2024 fue reintroducido a México a través de ganado contaminado que entró al país por la frontera sur de Chiapas.
El gusano barrenador es una larva de mosca que se inserta en las heridas de los animales y se alimenta del tejido vivo. A pesar de la extensión de la plaga, se ha logrado contener en el sureste del país gracias a la colaboración entre ganaderos y autoridades.
“Los estados exportadores de México cumplen con todas las medidas de bioseguridad y que es urgente regionalizar la decisión de cierre, dado que la plaga no está presente en las zonas fronterizas”, explicó el líder ganadero en conferencia de prensa.
De acuerdo con información de Data México, plataforma de la Secretaría de Economía, en 2024, las entidades federativas con más exportaciones en carne bovina fueron Sinaloa, Baja California, Veracruz y Sonora.
En las entidades del norte “estamos técnicamente listos para exportar; lo que falta es voluntad del gobierno de Estados Unidos para reconocer el estatus sanitario de los estados libres”, afirmó García de la Llata.
Los ganaderos también enfrentan el reto de competir con la carne de importación que se comercializa en México y amenaza al producto nacional.
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Al respecto, García de la Llata alertó sobre las importaciones de carne desde países como Brasil que, al desplazar a proveedores tradicionales, ponen en riesgo a 750 mil productores mexicanos.
En una carta firmada por la CNOG y enviada a la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado mes de octubre, los ganadores estimaron que las importaciones de carne brasileña se han incrementado en más de 250% en comparación con el año 2024.
Por ello, la CNOG propone un cupo de importación máximo de 70 mil toneladas anuales para países sin tratado de libre comercio. “La ganadería es motor económico de miles de comunidades rurales. Protegerla es una responsabilidad compartida”, afirmó García de la Llanta.
Con información de Proceso y El Financiero.
