Si eres amante de los lugares que desbordan belleza y desafían toda ocurrencia hecha con la imaginación, la Alberca de los Espinos es para ti.
Ubicada a una hora y media de Morelia, Michoacán, un estado repleto de maravillas naturales y culturales, la Alberca de los Espinos te dejará con el ‘ojo cuadrado’ ya que es un lago que nació de un cráter.
Este singular fenómeno geológico en el municipio de Villajiménez surgió a partir de un volcán extinto, en donde brotó un “ojo de mar”.
El cráter pertenece a un sistema de formaciones volcánicas denominadas “axalapascos”, los cuales son sumamente importantes para esta región en México, ya que son enormes depósitos de agua que ayudan a regular el clima de la región.
Un lugar de ensueño
Con sus aguas profundamente azules y verdes rodeadas de un bosque circundante, te harán sentir protegido por las suaves manos de la madre naturaleza.
El espectacular espacio posee una gran biodiversidad: hay nogalillos, colorines, zapotes, copales y capulines, todo junto al el Bosque de la Galería, con frondosos sauces, fresnos y muchos arbustos.
Desde hace ya muchos años, la Alberca de los Espinos es el lugar predilecto de los habitantes de la región para relajarse, disfrutar de sus frescas aguas y de la sombra de sus árboles, para descansar un rato de la ajetreada vida urbana. Incluso se convirtió en un lugar de culto a Santa Teresa.
Cabe mencionar que se declaró Área Natural Protegida en el 2003.
¿Cómo acceder?
Acceder al cráter no tiene costo, pero puedes aportar una cooperación voluntaria para ayudar a conservar el lugar.