El tramo 5 del Tren Maya cuenta finalmente con su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), documento que debió ser presentado antes de iniciar con los trabajos. Además hay que resaltar que por la falta de la MIA fue que se tramitaron diversos amparos contra la obra y se dieron las protestas de ambientalistas.
Fue este 17 de mayo cuando finalmente Fonatur, empresa encargada del Tren Maya presentó la MIA del tramo 5 sur ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Este proyecto elaborado en conjunto por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Instituto de Ecología AC (Inecol) con sede en Xalapa, Veracruz fue presentado este miércoles 17 ante la Semarnat para ser evaluado. Esto en respuesta a la suspensión emporal dictada por el juez Primero de Distrito de Mérida, Yucatán y después avalada por un Tribunal federal.
De acuerdo con lo que dice la MIA, los impactos ambientales ocurrirán solo en la etapa de preparación del sitio y en la construcción. Y estos serán menores y hasta mitigables en la etapa operativa y de mantenimiento.
“Dentro de los impactos observados debido a la realización del proyecto, destacan aquellos relacionados con el agua, en particular los relacionados con los procesos hidrológicos, que resultan de la posible interacción en el Tramo 5 Sur del trazo del proyecto con los sistemas kársticos, los cenotes, los flujos subterráneos y la posible afectación de la conectividad hidrológica natural”, señala en una parte del documento.
A su vez la MIA del tramo 5 del Tren Maya apunta que la zona tiene una “acentuada tasa de cambio de uso de suelo”, pero la obra utilizará una fracción mínima de superficies con vegetación natural con buen grado de afectación. Además plantea que “el tren no favorecerá un incremento en las tendencias de deterioro ambiental históricamente registradas a nivel regional”.
AMBIENTALISTAS CUESTIONAN ESTUDIO
Mientras el gobierno intenta subsanar -un poco tarde- la falta de MIA para una obra que inició hace meses, los ambientalistas que han seguido de cerca los avances del proyecto cuestionan el documento, sobre todo porque quienes lo hicieron residen en Veracruz, a los que nunca vieron por la zona, por lo que se preguntan cómo obtuvieron esa información.
“¿Cuándo estuvo esta gente en campo? Porque una investigación de esta envergadura pues necesita que estén allí, que caminen, que busquen, que le den vueltas. ¿Se escondieron de nosotros? ¿Nos veían y se iban corriendo? ¿Estaban camuflajeados?”, cuestiona uno de los ambientalistas a quienes se encargaron de la MIA pero que nadie vio estar en campo, es decir, en Quintana Roo.
En redes sociales incluso han preguntando directamente a la gente de Inecol cuándo visitó Quintana Roo para obtener los datos para la MIA. Este es un tuit del consultor ambiental Guillermo D’Christy donde pregunta a los de Inecol si conocieron la zona, porque ellos sí, e incluso la han estado mapeando.
Y al parecer siguen esperando la respuesta del Instituto de Ecología con sede en Xalapa, Veracruz.
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Aunque tarde, Fonatur ha cumplido con la entrega de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). Y dado que es un proyecto gubernamental se cree que la Semarnat podría autorizarla pese a todo. Por ello los ambientalistas darán seguimiento al proceso mientras continúan en curso los amparos para la suspensión temporal. Aunque todo podría cambiar si se aprueban los estudios de impacto ambiental.
Las obras del tramo que va de Playa del Carmen a Tulum ha sido criticadas por las afectaciones que ya ha causado, incluido el cambio de trazo. Y hay quienes consideran que la MIA se hizo “fast track” simplemente para cumplir el requisito y evitar mayores críticas al Tren Maya.
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