En medio de los inhumanos acontecimientos que están sucediendo en Estados Unidos donde decenas de familias de inmigrantes están siendo separadas y prácticamente encarceladas, el país vecino decide retirarse del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU. 
La embajadora estadounidense Nikkie Haley tachó de “hipócrita” a la organización mundial y la catalogó como un movimiento patológico que surgió en defensa de Israel hace ya 12 años.
Expresó que es una “pobre defensora” de los derechos humanos y que si bien no dudan que surgió de “buena fe” es triste que ahora esté completamente desvirtuada.
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Desde la llegada de Donald Trump al poder, Estados Unidos ha abandonado innumerables acuerdos internacionales y no todos de buena forma. Al mandatario sigue sin temblarle la mano en cuanto de asuntos externos que involucran a su país se trata.
Esperamos las reacciones de los 46 miembros que restan del Consejo, cuya sede actual es Ginebra, Suiza.
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