La trágica historia de Annie Hoque es un testimonio doloroso de cómo un diagnóstico erróneo puede tener consecuencias devastadoras.
Su prometido, Adam Mould, compartió la experiencia de Annie, quien falleció debido a un diagnóstico incorrecto de cáncer de cuello uterino.
En una entrevista con Today, Adam reveló que Annie presentaba síntomas reveladores de cáncer de cuello uterino: sangrado anormal, dolor lumbar y malestar estomacal.

A pesar de estas señales preocupantes, los médicos la consideraron relativamente sana y le diagnosticaron una simple infección del tracto urinario (ITU) y deshidratación.
El verdadero diagnóstico de cáncer de cuello uterino en etapa cuatro llegó demasiado tarde, y Annie falleció 19 meses después.
Este devastador giro de los acontecimientos ha dejado a Adam desconsolado y determinado a crear conciencia sobre la importancia de buscar segundas opiniones médicas y realizar controles regulares de salud.
Adam comparte su dolorosa experiencia con la esperanza de que la historia de Annie motive a otros a apreciar a sus seres queridos y a no postergar chequeos médicos importantes. Él desea evitar que otros pasen por el mismo sufrimiento que él y Annie experimentaron.
“Si su historia hace que alguien aprecie un poco más a su ser querido, o le haga ese chequeo médico que ha estado posponiendo, siento que Annie sigue viva”, expresó Adam.

Annie, quien ocupaba el puesto de directora de marketing regional en una empresa de soluciones de oficina, comenzó a notar síntomas preocupantes en 2020.
A pesar de buscar ayuda médica, los diagnósticos erróneos y la falta de atención adecuada prolongaron su sufrimiento y acortaron su vida: “Le resultaba incómodo caminar”, dijo Adam.
La odisea médica de Annie y Adam ilustra los desafíos que enfrentan los pacientes al tratar de obtener un diagnóstico preciso. A pesar de los síntomas evidentes, los médicos de cabecera inicialmente atribuyeron las quejas de Annie a otros medicamentos y problemas de salud menores.
La pareja persistió en su búsqueda de respuestas, solicitando consultas médicas adicionales y exploraciones más exhaustivas. Finalmente, en enero de 2021, Annie recibió el devastador diagnóstico de cáncer de cuello uterino en etapa cuatro.
El impacto de esta noticia fue abrumadora para la pareja, quienes se aferraron a la esperanza. Mientras Annie enfrentaba arduos tratamientos de quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia.

“Recuerdo que me sentí mal y luego escuché a Annie bajar las escaleras para ver qué habían dicho… Traté de ser valiente, pero la expresión de mi cara dejó claro que no era bueno… Annie les devolvió la llamada y, como siempre hacía, mostró fortaleza al recibir la noticia. Supongo que en ese momento no le pareció real”.
A pesar de su valiente lucha, el cáncer persistió, y Annie recibió la devastadora noticia de que no tenía opciones de tratamiento en agosto de 2022.
Su valiente batalla contra la enfermedad llegó a su fin el 24 de septiembre, rodeada del amor y el apoyo de sus seres queridos en su hogar.
“Ambos lloramos y nos abrazamos mientras el oncólogo intentaba darnos la esperanza de que había opciones y que recibiríamos la mejor atención disponible… A partir de ese momento, estuvo decidida a luchar tan duro como pudiera y nunca perdió la esperanza”.
A lo largo de su tratamiento, Annie recibió atención compasiva y apoyo del Birmingham Hospice, lo que le permitió enfrentar su enfermedad con dignidad y controlar su dolor.
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Adam recuerda a Annie como una persona excepcional, cuya amabilidad, belleza y calidez dejaron una huella imborrable en quienes la conocieron.
Su pérdida dejó un vacío insondable en la vida de Adam, quien se aferra a los recuerdos de su amada Annie como un faro de luz en medio de la oscuridad de su duelo.
“Ella era el amor de mi vida y realmente me impulsó a ser una mejor persona… Annie siempre fue conocida por su alma bondadosa y su hermosa sonrisa. Tenía una verdadera habilidad para hacer amigos en cualquier escenario porque era muy accesible, ingeniosa y muy buena escuchando”, agregó.
A pesar del dolor abrumador, Adam encuentra consuelo en el amor y la gratitud compartidos que definieron su relación, y en el legado de fuerza y esperanza que Annie dejó atrás.
“Lo que más destacó en los últimos años para todos aquellos que la conocieron o la conocieron durante su viaje contra el cáncer fue su determinación y gratitud”, compartió.
Con información de milenio.com