Una niña de 13 años de edad acabó con la vida de su hermanito de cinco, asegurando que su “amigo imaginario” la había incitado a cometer el crimen en Rosario, Argentina.
Esta situación no solo conmocionó a los habitantes de su localidad, Arroyo Seco, sino también a miles de internautas que se enteraron de la noticia a través de medios digitales.
Los hechos ocurrieron dentro de la vivienda familiar, donde la madre de los menores, identificada como Roxana y de apenas 32 años, vivió el peor momento de su vida. La mujer relató entre lágrimas que su hija, quien se encontraba bajo tratamiento psicológico, atacó al pequeño con un arma blanca hasta provocarle la muerte.
De acuerdo con el testimonio de la madre, tras ser interrogada por las autoridades, la adolescente responsabilizó a un supuesto amigo imaginario, afirmando que este le había dicho que debía hacerlo. La madre, completamente devastada, aseguró que nunca imaginó que su hija sería capaz de algo así.
“Jamás imaginé que mi hija podría hacer algo así. Busqué ayuda de todas las maneras. La llevé a psicólogos, psiquiatras, neurólogos”, explicó Roxana a medios locales. Según indicó, la menor no estaba medicada y, hasta el momento, los especialistas no habían detectado ningún trastorno grave o signos que alertaran de un posible desenlace violento.
No obstante, la mujer confesó que, desde hace algún tiempo, había notado ciertos comportamientos extraños en la menor, aunque nunca pensó que esa situación podría llegar a un extremo tan doloroso. Esta tragedia puso sobre la mesa el tema de la salud mental en niños y adolescentes, que comúnmente son influenciados por lo que ven en redes sociales.
Tanto la policía, como la Fiscalía ya se encuentran investigando el caso para esclarecer lo sucedido y determinar las circunstancias que rodearon el ataque. Mientras tanto, la comunidad de Arroyo Seco se encuentra en estado de shock por lo ocurrido.
Por su parte, la familia busca respuestas y exige una atención más efectiva en materia de salud mental. La madre enfrenta ahora no solo la pérdida de su hijo pequeño, sino también la dolorosa realidad de que su propia hija fue quien cometió el crimen.
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Especialistas consultados por medios locales coincidieron en que este tipo de sucesos reflejan las carencias del sistema de salud mental, que muchas veces no logra identificar a tiempo situaciones que pueden derivar en tragedias familiares irreparables.
Las autoridades continúan con las pesquisas para entender a fondo el caso, mientras la sociedad argentina observa con consternación una tragedia que, aseguran, pudo haberse evitado.
Con información de Debate.