Impulsada por la nostalgia y el amor por su tierra, la tapatía Daniela Rangel decidió abrir una tortillería en Suiza, a más de nueve mil kilómetros de distancia de la tierra del maíz criollo.
En un rincón de la nación helvética, donde la ausencia de tortillas auténticas se hacía sentir, ella encontró su propósito: crear una tortilla que no sólo resistiera el paso del tiempo, sino que también capturara el verdadero sabor del maíz.
De esa manera, hace cinco años nació Masamor, una tortillería y molino de nixtamal que no sólo sacia el anhelo de los mexicanos lejos de casa, sino que también invita al mundo entero a descubrir el sabor mexicano de una buena tortilla.
“Si me hubieran preguntado hace ocho o 10 años a qué me iba a dedicar, jamás hubiera pensado en que iba a tener una tortillería. Nunca me hubiera cruzado por la mente. Como mexicana siempre he disfrutado una buena tortilla”, señala Daniela.
La joven de 32 años espera su segundo bebé, ya que asegura que el primero es Masamor. Su historia en el país centroeuropeo comenzó hace ocho años, cuando decidió seguir su corazón y casarse con su novio suizo tras culminar estudios en Gastronomía, en Guadalajara.
Suiza, el país más innovador y que ha construido varias de las instalaciones más avanzadas del planeta, no pudo ofrecerle los sabores que Daniela tanto amaba: las comidas de su infancia, los guisos caseros, las salsas picantes y, sobre todo, tortillas frescas.
“Cuando venía (a México) las primeras veces me traía tortillas porque siempre ha sido de lo más importante para mí, de lo que más extraño. Iba a la tiendita por mis tortillas, las separaba y a congelar para tener suficiente […] son la base de nuestra alimentación”., narra.

Queso panela
Aunque hoy es común encontrar restaurantes mexicanos en casi cualquier rincón del planeta, Daniela recuerda que hace siete años la historia era muy diferente: encontrar un buen taco era casi una misión imposible. Las tortillas, simplemente, no cumplían las expectativas.
En 2016 Daniela comenzó una nueva vida en Suiza y empezó a trabajar en un restaurante mexicano; sin embargo, había una carencia importante: faltaba una buena tortilla y tuvo una idea que cambiaría su vida: ¿por qué no crear una tortillería?
Finalmente, en julio de 2019 nació Masamor, una tortillería única en Suiza, y su singularidad no termina con su ubicación: a diferencia de las tradicionales de México, no está abierta al público en general pues Daniela sabía que no habría filas para comprarlas.
La empresa opera bajo un modelo de pedidos, abasteciendo a restaurantes que buscan ofrecer auténticas tortillas mexicanas. Actualmente, exportan de maíz amarillo, blanco y azul a países como Dinamarca, Suecia y Alemania.

El kilogramo de tortilla en Masamor está alrededor de los 14 francos suizos (316 pesos mexicanos), precio que, en palabras de Daniela, es competente en el mercado local, el alemán y en República Checa.
La firma no se limita a tortillas; tiene totopos y masa envasada al vacío. Con la creciente demanda de productos mexicanos en la región, hace tres años Daniela y su equipo fundaron Del Barrio, una tienda que vende productos totalmente frescos como queso panela, quesillo, chorizo, chapulines, salsas de molcajete, etcétera.