La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) alertó sobre la importancia de limitar el consumo de productos ultraprocesados para prevenir enfermedades cardiovasculares y renales, y en ese sentido advirtió sobre un producto muy popular de la compañía Bimbo.
El Poder del Consumidor emitió una advertencia sobre un producto de la empresa panificadora internacional. La alerta es para las Medias Noches Parrilleras, utilizadas para la preparación de hot dogs y otras comidas rápidas.
El producto, según la organización, tiene un contenido de sodio que excede los límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-051, encendiendo las alarmas sobre sus posibles repercusiones.
Según El Poder del Consumidor, ese pan contiene 438 miligramos de sodio por cada 100 gramos, cifra significativamente superior al límite de 300 señalado en la NOM-051 como criterio para incluir sellos de advertencia en el etiquetado.
Cada pieza pesa aproximadamente 65.7 gramos y contiene 288 miligramos de sodio, 14.4 por ciento del consumo diario recomendado para adultos, y un alarmante 19.2 para niños, según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El consumo elevado de sodio está relacionado con la hipertensión arterial, condición que afecta a millones de personas en México. La enfermedad es un factor de riesgo para infartos al miocardio, accidentes cerebrovasculares y daño renal crónico.
El problema se magnifica al considerar que ese tipo de pan suele consumirse en combinación con alimentos también ricos en sodio como salchichas y condimentos como mostaza, kétchup o salsas.
Según cálculos de la organización, un hot dog preparado con esos ingredientes puede alcanzar hasta mil 800 miligramos de sodio, excediendo las recomendaciones diarias de as autoridades sanitarias tanto para los adultos como para menores.
En México, la hipertensión arterial es altamente prevalente. Estudios recientes indican que más de 50 por ciento de quienes la padecen lo desconocen, aumentando las probabilidades de complicaciones severas debido a la falta de tratamiento.
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Entre las principales causas del elevado consumo de sodio en la población están los alimentos procesados como panes, botanas, embutidos y bebidas. Esos alimentos, sumados a la falta de información adecuada, complican la adopción de hábitos saludables.
La advertencia de la Profeco recuerda que las decisiones alimenticias cotidianas tienen un impacto directo en la salud, y que es crucial optar por alternativas que prioricen el bienestar a largo plazo.
