Este hombre es de San Luis Potosí y acabó en Cozumel, pero antes de eso estuvo por California. Su historia es muy peculiar pues se trata de uno de los mexicanos repatriados que llegaron a la isla de las golondrinas hace unos días, luego de que se quedaran sin empleo debido a la pausa de muchas empresas, en este caso los cruceros.
Su nombre es Daniel Ortega y en un principio iba de trabajo en un crucero de apenas cuatro días por las costas de las Californias, pero como a todo el mundo, se le atravesó una pandemia en sus planes; la cual lo mantuvo más de dos meses sobre el mar en un recorrido que acabó, para él, en el Caribe Mexicano.
Como ya dijimos, este hombre es trabajador de una naviera y residente en San Luis Potosí, pero antes de haber llegado allí pasó un largo confinamiento obligado.
Y es que después de llevar a los pasajeros de regreso al punto de salida, en Long Beach, la tripulación de su barco se quedó confinada desde entonces. El cierre de puertos y aduanas llevó a los viajeros a buscar la forma de regresar a sus casas. Daniel Ortega llegó con su padre Sergio Ortega a San Luis Potosí en el año 2001 para quedarse a vivir. Trabaja en cruceros desde el año 2015, es decir, desde hace cinco años.
Su aventura en medio del mar duró 67 días, en los que no pudo tocar tierra, todo debido a como ya dijimos, la pandemia por Covid-19.
ACABÓ EN COZUMEL
Pero como ya dijimos, toda esta historia le terminó trayendo a Cozumel, en uno de los barcos que repatriaron mexicanos y que fuerion recibidos por las autoridades municipales encabezadas por Pedro Joaquín Delbouis.
Daniel Ortega considera que la naviera donde labora es la mejor del mundo, por el trato que sus tripulantes recibieron en medio de la emergencia.
Recuerda que los cruceros transcurrían conforme a lo programado, hasta que el 13 de marzo, fecha rigurosa sin prórrogas, quedaron suspendidos los recorridos por el riesgo de la pandemia y la voluntad propia de las empresas navieras. La fecha coincide con el día de la confirmación del primer caso de coronavirus Covid-19 en México. Ese día el barco donde se encontraba Daniel inició un crucero corto de Long Beach a la Isla Santa Catarina, y posteriormente a Ensenada, Baja California. El recorrido concluía el 17 de marzo con la entrega de los viajeros a su lugar de inicio, pero ya nadie de la tripulación bajó a tierra.
Desde entonces, las noticias de los organismos de salud prometían fechas para retomar las actividades que luego aplazaban una y otra vez a periodos imprevistos. Ahora existe un acuerdo todavía firme de reiniciar los cruceros el primero de agosto. Mientras tanto y desde la fecha del paro de actividades, fue necesario confinar tanto a tripulantes como viajeros, para evitar riesgos de contagio.
UNA ODISEA
Una vez cerradas las fronteras, las empresas navieras se quedaron sin medios para movilizar a la gente, y comenzó el confinamiento. Nadie tocó tierra desde el 13 de marzo.
Cerrada la alternativa del aire, empresas como la operadora del Carnival Inspiration optaron por mover barcos para trasladar a cada cual a su destino final.
Por entonces, Daniel Ortega, se encontraba en un barco en Los Ángeles, California, y de éste transfirieron a los viajeros procedentes de Indonesia, Filipinas y Tailandia al Barco Panorama. La nave zarpó hacia Filipinas. Lo siguiente fue extraer al resto de la gente para llevarla a Miami, Florida, para su repatriación.
Por entonces, Daniel y sus compañeros todavía pudieron volar de Los Ángeles a Nueva Orleans, en un chárter con permiso especial y estrictos controles. Justo en Nueva Orleans pudo abordar el barco en el que llegó a México, vía Cozumel.
Pero no fue fácil, pues el plan de navegación para repatriar fue diseñado para recorrer todas las islas de Centroamérica hasta Colombia, incluyendo México y las islas del Caribe.
Fue necesario movilizar en botes a más de 8 mil personas de diferentes nacionalidades en tres días, desde los 18 barcos varados. Unos barcos madrina salieron a África, otros salieron al continente asiático algunos a Europa y él se quedó en el que recorrería todas las islas del Caribe y México.
El plan original era dirigirse primero a México, pero consideraron prudente dar prioridad a las islas más lejanas, en Santa Lucía bajaron a gente, luego se trasladaron a la isla de San Vicente, después a Granada y posteriormente a Dominica para llegar a República Dominicana.
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El siguiente punto era Jamaica, pero el gobierno de aquel país no estaba capacitado para recibirlos y por ello Daniel llegó a Cozumel, en Quintana Roo un poco antes de lo previsto.
¿Qué te parece la historia de Daniel? Un hombrq que debió pasar por muchas peripecias para volver a su país vía Cozumel y que hoy cuenta los días para volver a su trabajo, ese que lo tiene a bordo de los cruceros gran parte del año. Es como la gente de la isla que también aguarda el regreso de los también llamados hoteles flotantes.
Con información de El Pulso de San Luis.
