En entrevista, la funcionaria municipal destacó que cuando inició esta administración, hace un año, tenían a ocho niños recibiendo clases en el DIF, como parte del programa “10-17”, cifra que incrementaron a 43, incluidos estos cinco menores.

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Estos niños recolectaban latas, cantaban o bien vendían artesanías, pero fueron detectados en los operativos efectuados para meter orden en este popular andador, por lo que fueron llevados al DIF. Allí, dialogaron con sus familias, quienes aceptaron ayuda integral y acompañamiento, para sacar a estos menores de la calle.

“Estos niños tienen entre 10 y 13 años de edad y ya cursan en primaria o secundaria”, explicó. “Nos da mucho gusto que sean parte integral de este programa. Están en el DIF de 8 de la mañana a 2 de la tarde, con cursos de toda clase”.

Los niños cuentan con uniformes además de actividades extracurriculares. Muchos otros han sido llevados al DIF por la Procuraduría de la Defensa del Menor, al detectar que no asisten a clases; también son quienes son traídos por sus propios padres, al querer regularizar su situación escolar.

Eventualmente hay quienes regresan a una escuela pública, o bien avanzan al nivel preparatoria, que ya deben cursar en otro plantel.

Cazales Durán indicó que ellos ayudan a los padres a conseguir trabajo, o una guardería, si hace falta, además de encargarse de los trámites cuando avanzan a nivel de bachillerato.