El ejercicio se ha convertido en una práctica cada vez más común entre los jóvenes, quienes buscan mejorar su condición física. Sin embargo, el uso de suplementos y bebidas energéticas para aumentar el rendimiento puede ser peligroso, como lo demuestra el trágico caso de Zach Doran, un joven de 18 años de Oklahoma.
En marzo pasado, Zach acudió al gimnasio para entrenar MMA, pero durante su sesión sufrió un infarto. A pesar de los esfuerzos por reanimarlo, fue trasladado al hospital y conectado a un soporte vital. Diez días después, lamentablemente, falleció.
Libby Gilmore, novia de Zach, compartió en redes sociales su preocupación de que el consumo de bebidas energéticas pudo haber contribuido a su muerte. Zach solía usar pre-entrenamiento y bebidas energéticas antes de ejercitarse. “Era la persona más saludable que conocí. Nunca pensé que algo así le podría pasar”, comentó Libby en su cuenta de Facebook.
Aunque Libby reconoce que Zach podría haber tenido problemas cardíacos no detectados, su objetivo es concienciar sobre los peligros de estas bebidas si se consumen sin precaución. “Quiero mostrar lo dañinas que pueden ser estas bebidas e ingredientes. No es algo que deba tomarse a la ligera”, afirmó.
El padre de Zach también expresó su incertidumbre sobre la causa exacta del ataque cardíaco de su hijo. “No sabemos la causa exacta. Estoy seguro de que los suplementos y las bebidas energéticas no ayudaron, pero no tenemos una respuesta definitiva”, declaró.
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En una entrevista con un medio local, el padre de Zach destacó el impacto positivo que su hijo tuvo en su vida. “Me enseñó a ser un mejor entrenador, un mejor padre y a aceptar el amor de otras personas. Estoy orgulloso de él”, concluyó.
Con información de Milenio