Un año después de la muerte de Sinéad O’Connor, el nombre de la cantante irlandesa vuelve a ser noticia. Ahora, porque el diario The Irish Times dio a conocer la causa exacta de su fallecimiento, ocurrido el 26 de julio de 2023.
En enero pasado, unos meses después del fallecimiento de Sinéad, el portal TMZ dio a conocer que, de acuerdo con un representante del Tribunal Forense de Southwark, en Londres, la cantautora británica murió por “causas naturales”.
Entonces, las autoridades británicas declararon que como la causa de muerte fue natural, el forense dejó de involucrarse en el caso. Y es que el día del fallecimiento, la policía de Londres recibió una llamada para reportar a una mujer inconsciente en su departamento.
Al llegar vieron a Sinéad, de 56 años, sin vida pese a que los servicios de emergencia intentaron reanimarla. Todo fue en vano y horas después el mundo se enteró de la pérdida de una de las artistas más talentosas y controversiales de los últimos tiempos.
El sábado 27 de julio, el mismo The Irish Times dio a conocer nueva información sobre el deceso de la cantante: informó que Sinéad O’Connor realmente perdió la vida a causa del EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) agravada por asma bronquial.
De acuerdo con la información del diario, O’Connor también había sufrido una infección en las vías respiratorias antes de su fallecimiento, algo que contribuyó a que la irlandesa perdiera la vida debido al EPOC.
Aunque hasta ahora se da a conocer la causa exacta de la muerte de Sinéad, el nuevo reporte no cambia el hecho de que la cantante murió por enfermedad y no por alguna situación de violencia o donde se viera involucrada su salud mental.
Sinéad tuvo problemas con su salud mental durante años. De hecho, en varias ocasiones habló abiertamente de que intentó quitarse la vida varias veces y la muerte de su hijo Shane, en 2022, no ayudó mucho a su situación.
Sinéad dijo en sus redes sociales que desde entonces vivía como “una criatura nocturna no muerta”. La cantante jamás se recuperó de esa pérdida, aunque también tuvo una vida bastante complicada que contribuyó al deterioro de su salud mental.
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A inicios de la década de 2000 la diagnosticaron con trastorno bipolar; para entonces, su carrera sufría un declive, en parte por su protesta hacia la Iglesia católica por el abuso a menores, y su controversial presentación donde rompió una foto del papa Juan Pablo II.
