En la Ciudad de México, donde los eventos inusuales parecen no tener límites, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro ha protagonizado un episodio digno de una telenovela surrealista. Esta vez, no se trata de un celular perdido ni de una bolsa de compras olvidada, sino de una urna funeraria que alguien decidió llevar consigo en un viaje por la Línea 6.

El insólito hallazgo, que ya circula ampliamente en redes sociales, ocurrió en un vagón cerca de la estación Instituto del Petróleo. El STC Metro, en un comunicado emitido el 7 de enero, informó que la urna ha estado reposando en la oficina de Objetos Extraviados desde el año pasado, a la espera de ser reclamada. Hasta ahora, nadie ha acudido para decir: “Disculpe, creo que olvidé a Luis ‘N’ entre las estaciones Lindavista y Deportivo 18 de Marzo.”

El descubrimiento ha suscitado varias preguntas: ¿Quién llevaba las cenizas? ¿Por qué nadie las ha reclamado? Y, lo más intrigante, ¿qué tan común es olvidar un objeto tan significativo en el Metro? Sorprendentemente, esto ocurre más a menudo de lo que se podría pensar.

No es la primera vez que las urnas funerarias se convierten en pasajeras inesperadas en el Metro de la CDMX. En 2015, se reportaron dos casos similares: uno en la Línea 3, donde un matrimonio olvidó las cenizas de su bebé, y otro en la estación Panteones, donde una urna esperó por un tiempo a sus dueños. Estas historias demuestran que el Metro puede convertirse temporalmente en el guardián de los recuerdos más preciados.

Las redes sociales no han tardado en generar teorías. Algunas personas sugieren que podría tratarse de una campaña de marketing, mientras que otras especulan que “Luis ‘N'” decidió tomar su último viaje en transporte público. Entre memes y comentarios, el caso ha vuelto a poner al Metro en el centro de atención.

El STC Metro aprovechó la ocasión para recordar a los usuarios la importancia de estar atentos a sus pertenencias, especialmente cuando se trata de objetos que representan a un ser querido. “Así que, amigas, la próxima vez que tomen el vagón, denle un vistazo extra a sus cosas”, señaló el comunicado.

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Este peculiar suceso subraya la necesidad de ser cuidadosos con nuestras pertenencias en el transporte público y nos recuerda que el Metro de la CDMX puede ser escenario de las historias más insólitas y conmovedoras.

Con información de Marca América