Playa del Carmen, municipio de Solidaridad se ha convertido en todo aquello que Andrés Manuel López Obrador pretende combatir. Desde la víspera de la elección anterior, un grupo de advenedizos pretendieron la candidatura de Morena sin ser playenses.

Algunos lo lograron, ahí tiene usted el caso del actual síndico del Ayuntamiento, Omar Sánchez Cutis, quien al menos es quintanarroense de nacimiento, pero avecindado en Puerto Morelos y Cancún y con doble documentación, es decir, con constancia de residencia en Solidaridad y Benito Juárez.

Pero muchos otros, auténticos “hijos de nadie” hicieron cuanto pudieron para ostentarse como playenses sin ser siquiera avecindados, tal es el caso del hermano del titular del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), Juan Antonio Ferrer Aguilar, el tabasqueño Williams Ferrer Aguilar, quien otra vez está “jode y jode” con que tiene 10 años viviendo en Playa del Carmen; falso de toda falsedad.

NOS ESTÁN VENDIENDO

El tema grave es el relativo a un chamaquito llamado Andrés Palafox Tun, quien asegura que tiene en su poder 30 millones de pesos para comprar la candidatura de Morena en Solidaridad.

Veamos; ni el más multimillonario sujeto invertiría de su dinero 30 millones de pesos para ser candidato, a menos que estuviera loco o en un arranque de adicto, de otra manera, es materialmente imposible que alguien le pierda el amor a tanto dinero sólo para ser candidato y menos aún, para hacer a cualquier Hijo de Nadie candidato.

Pero sí existen intereses capaces de invertir esa cantidad y léase literal: INVERTIR lo que significa que se hace uso de un recurso, pero para obtener a cambio, no lo mismo porque no es negocio, mucho más, al menos unas tres veces lo invertido.

Este sujetillo que se dice “influencer”, -más grave aún-, “periodista”, se está moviendo con el argumento de tener en sus manos 30 millones de pesos para repartir.

Ya involucró a Rafael Marín Mollinedo y el propio dirigente nacional protémpore de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar.

De entrada, estos dos personajes tendrán que rendir muchas cuentas, no sólo ante su propio partido político sino ante la Función Pública.

Pero vámonos lo más grave. ¿De dónde habría sacado el imberbe sujetoide los 30 millones de pesos?

A mí me van a disculpar, pero lo único que se me ocurre es, de la delincuencia organizada.

Sí, porque mire usted… de un empresario bien establecido que esté buscando hacer obras para el Ayuntamiento de Solidaridad, difícilmente le vendría sencillo deshacerse de esa fuerte cantidad de dinero.

Por el contrario, a “la mafia”, “los malosos”, “delincuentes” y demás, les resulta simple; las ganancias por actos delictivos en Quintana Roo les deja eso, en un lapso realmente corto.

¿A quién rayos nos está vendiendo a los playenses el tipejo este?

Muchas explicaciones tendría que rendir el tal Andrés Palafox Tun y yo sugiero que, como primer paso, a éste, más allá de responsabilizarlo por actos anticipados de campaña, habrá que denunciarlo ante la Fiscalía General de la República por enriquecimiento ilícito.

Sólo un bobo, un estúpido se le puede ocurrir que los demás lo somos; los procesos electorales que son eminentemente ciudadanos, hay que cuidarles justo eso, su carácter ciudadano y no permitir que por “hacerse el interesante”, una basura como ésta nos pretenda moneda de cambio con quien sea. ¿No lo cree usted?