Las dos principales funciones del cacao en el mundo maya eran bebida y moneda; y era tal la devoción que generó una alfarería especial.
El cacao logró con su exquisito sabor permear en lo profundo de la sociedad maya a grado tal de ser bebida y moneda.
Se sabe que los mayas lo molían para combinarlo con agua a la que se agregaba vainilla, hiervas, achiote o incluso miel, y su consumo era sobre todo para las clases altas quienes gustaba de beberlo frío.
Como se trataba de un brebaje tan especial, este tenía un recipiente único y peculiar para beberlo: se trata de vasos chocolateros en los que los alfareros pusieron empeño estético al estar hechos de cerámica policroma y grabados delicadamente con tinturas.
El grabado de estos vasos versa sobre hombres de alto rango en “actitud de diálogo” quienes debajo de su asiento guardan cacao.
Estos vasos chocolateros se encuentran bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) instancia que data la creación de estos artículos en el periodo Clásico 200 d.C – 800 d.C. Aunque existen muchos ejemplos más con una amplia gama de tamaños, formas y grabados exteriores.
Si bien la alfarería chocolatera prehispánica también se dio en las culturas mixteca y nahua existe evidencia de que los mayas tuvieron un mayor desarrollo en la fabricación de estos artículos al estar más cerca de las primeras regiones cacaoteras.
Gracias al desarrollo de las técnicas de análisis de residuos en los recipientes no sólo se habla de la importancia del cacao en el mundo maya sino también revela de forma cada vez más certera desde cuándo esta semilla se empezó a consumir.
Su importancia también hablan de la interacción de las sociedades antiguas con el ambiente, el equilibrio de la naturaleza con la economía y porque cada vaso cuenta una historia.
Con información de México Desconocido
