Un episodio insólito y profundamente alarmante cimbró la región entre Tepeaca, Puebla, donde un comando armado interceptó y robó la carroza fúnebre que trasladaba el cuerpo de una mujer asesinada a tiros.
El hecho, que de inmediato generó tensión y preocupación entre habitantes y autoridades, expuso nuevamente la vulnerabilidad de los servicios funerarios frente a la acción de grupos delictivos que operan en esta zona del estado.
El ataque ocurrió durante el traslado del cadáver de la mujer hacia el Servicio Médico Forense (Semefo) en Puebla capital.
Según información proporcionada por la Fiscalía General del Estado (FGE), la víctima, una mujer de 35 años, había ingresado previamente con un disparo en la cabeza y falleció horas antes de que se realizara su traslado oficial.
La funeraria encargada inició el procedimiento habitual, pero el recorrido fue abruptamente interrumpido.De acuerdo con el reporte, varias camionetas cerraron el paso a la carroza a mitad del trayecto.
Los ocupantes, armados, realizaron detonaciones para obligar al conductor a detenerse. En cuestión de segundos, los agresores despojaron a la unidad del cuerpo y huyeron, dejando tras de sí una escena que evidenciaba la coordinación y violencia con la que operaba este grupo.
Ante la magnitud del hecho, corporaciones estatales y municipales desplegaron un operativo de emergencia en la zona.
Las patrullas se distribuyeron en caminos principales y secundarios, mientras agentes de investigación iniciaban el rastreo de los vehículos involucrados. Gracias a esta rápida movilización, minutos después se logró ubicar la camioneta con el cuerpo de la mujer.
Cerca del mismo punto donde fue interceptada la carroza, las autoridades encontraron también el cadáver de la mujer, que había sido abandonado por los agresores.
Tras ser recuperado, el cuerpo fue llevado finalmente al Semefo, donde se efectuaron la necropsia y las diligencias correspondientes para dar continuidad a la carpeta de investigación.
Aunque la recuperación fue rápida, el caso dejó en evidencia la complejidad de la violencia en la región y el riesgo al que se enfrentan incluso servicios que históricamente se consideraban fuera del alcance de este tipo de agresiones.
Las autoridades mantienen abiertas las indagatorias para identificar a los responsables, establecer el móvil del robo y dar seguimiento a cada uno de los detalles que rodean este ataque.
El suceso ha generado una profunda preocupación entre la población, que observa con inquietud cómo la violencia se extiende a espacios antes impensados, como los trayectos funerarios.
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De igual manera, ha encendido alertas en instituciones que ahora evalúan medidas para reforzar la seguridad en este tipo de traslados.
Mientras tanto, la región permanece bajo vigilancia reforzada, y la FGE continúa la labor de esclarecimiento, buscando justicia para la víctima y castigo para quienes llevaron a cabo esta acción que ha sacudido no solo a Tepeaca, Puebla, sino a todo el estado.
Fuente: Excélsior
