La Guardia Nacional mexicana es un componente militar que tiene una permanencia de tres años desde su creación, en el que ha estado involucrada de conflictos debido a sus funciones de “militarización”, en que el año 2022 será un año que marcará trascendencia en materia de seguridad pública en el país donde la masacre y la violencia no ha cesado.

El especialista y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Oliva Posada, expresa que el organismo de seguridad “nace con un respaldo político y jurídico muy importante a diferencia de otras instituciones de seguridad pública, que suelen nacer siempre con mucha polémica”

Posada se refirió que el plan de la creación de un órgano que estuviera al servicio del orden público, fue una idea que vislumbró; pero pronto los contenidos iniciales se fueron desprendiendo, en el que la Guardia Nacional prontamente se direccionara al camino militar en vez de atender los asuntos civiles.

Se produjeron modificaciones en camino hacia la militarización, una vez que se llevó el decreto presidencial por parte de Andrés Manuel López Obrador y ordenar el uso de las fuerzas militares en materia de seguridad pública hasta el año 2024.

La Guardia Nacional formaría a integrarse a las filas de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), en que la ciudadanía civil no lo ve con buena percepción ya que eso representaría la militarización de la seguridad pública; ante ello esto indica ser una medida legal inconstitucional.

“El primer recurso de un soldado es accionar su arma para liquidar y el último recurso del policía es el arma”, expresó Oliva.

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