Ángel Gabriel Castillo Jiménez, integrante de la Asociación Ganadera de José María Morelos, explicó que las mordeduras de estos murciélagos ocurren todo el año, pero es con la temporada de calor, que recién inicia, que estos casos se multiplican.

“Hay mordeduras sin contagio, que se da todo el tiempo”, explicó, en entrevista durante la Expomor. “El problema es cuando los vampiros ya contagian la rabia”.

Los casos surgieron principalmente en la zona de Cafetal, en donde ya se hizo un “barrido” de vacunación, al igual que en Bulukax.

“No es una situación alarmante, ni muy complicada para la salud humana”, aclaró, aunque no pueden descuidarse, porque sí pudiera proliferar.

Esta asociación tiene 286 socios, lo que significa que la afectación ha sido en apenas un 4% de los ranchos, los que están actualmente en cuarentena.

Muchos rancheros toman medidas para tratar de erradicar a estos quirópteros, pero Castillo Jiménez enfatizó que para realizar esto se necesita una certificación.

“Cualquiera dice ‘yo capturo un vampiro’, pero no es cualquier murciélago; no pueden llegar y colocar redes”, afirmó.

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Grupos ambientales ya han advertido que acciones tomadas por ganaderos contra los murciélagos vampiro a menudo afectan otras especies, incluso algunas protegidas, razón por la que se busca capacitarlos.

En la última edición de la Expomor, en 2019, se intentó dar un curso sobre este tema, pero por la pandemia esta feria fue cancelada. Es hasta ahora, con la reactivación de este festejo, y pese a lo abrupto del anuncio, en que finalmente pudo implementarse esto.

El principal mensaje que quieren transmitir es que necesitan una certificación para cazar estos murciélagos, lo que requiere que interesados (a menudo los hijos de los productores, por ser más jóvenes) pasen por un curso y que además estén vacunados contra la rabia.

Esta capacitación incluso sirve como un “candado” para la vacunación, porque ésta requiere que no beban alcohol una semana, lo que muchos no cumplen, a menos que estén vigilados tomando el curso teórico.

Una técnica utilizada por la Sagarpa, implica untar a un vampiro con una sustancia venenosa, para que la lleve de regreso con su grupo, sin afectar otras especies, pero esto necesita contacto directo con un ejemplar, por lo que estar vacunado es imprescindible.

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