Chetumal.- Las ambiciones personales e intrigas del grupo de morenistas impulsados por el Partido Verde están por encima de cualquier consideración de salud pública, como quedó demostrado hoy, al obligar con amenazas a la diputada Ana Pamplona a acudir a un lugar público a participar en una reunión, a pesar de sospechar ella tener COVID-19.

Solo con un cubrebocas y notoriamente enferma, la diputada del Partido del Trabajo fue obligada a acudir al hotel Fiesta Inn de la capital, para reunirse con Alberto Batún Chulim, de Morena; José de la Peña, Gustavo Miranda, del Partido Verde y Hernán Villatoro, del PT, todos quienes ahora son posibles portadores de este mortal virus.

La petista, que se encontraba en aislamiento, también tuvo contacto con ciudadanos comunes, en su ida y regreso a este hotel, a pesar de que como autoridad debiera ser la más responsable a la hora de acatar las medidas de higiene y cuarentena.

Pero Pamplona Ramírez tuvo que acceder a las presiones de Alberto Batún y “Pepe” de la Peña, quienes deseaban reunirse para acordar sus acciones para tomar el control del Poder Legislativo, tema que para ellos toma mayor prioridad que la actual contingencia sanitaria, o cualquiera de los muchos problemas que requieren la intervención de los diputados.

Fue hasta después de que se retiró, que la diputada tuvo que hacer pública su enfermedad, en un mensaje de video, para que de esa manera ya no se le vuelva a exigir su asistencia para algún futuro encuentro.

En su publicación de Facebook, la también coordinadora petista dijo tener dolor de cabeza, garganta y de pulmones.

“Es importante tomar las precauciones, lavarse las manos, usar gel antibacterial, usar cubrebocas”, indicó. “En mi caso, hay muchos pendientes en el congreso, hemos atendido algunos temas pero dada la situación en la que me encuentro, no asistiré a ninguna reunión, pues primero es mi salud y la de los demás”.

La diputada indicó que ingresará justificantes médicos.

En la entidad ya suman 37 casos positivos de COVID-19, incluyendo uno de Chetumal y uno de Bacalar.