Playa del Carmen, Roo.-Desde hace cuatro años, estos artesanos playenses de piñatas, realizan sus piezas con una técnica hasta ahora única en la región, para dar vida a los personajes consentidos de niños y adultos.

Todo el corazón en cada piñata

Susana Montalvo y Arturo Almazán llegaron como muchas personas a Playa del Carmen: sólo de vacaciones, pero se quedaron; como pareja, decidieron dedicarse aquí al oficio que bien conocían, hacer piñatas, una tradición 100% mexicana.

“Iniciamos solo para costear unos gastos, pero vimos que era un mercado que no estaba muy saturado y nos dedicamos a vender, por lo mismo que uno ya no tiene forma de buscar trabajo”, dijo Susana Montalvo.

Decidieron poner su negocio, “Piñatas Pirulin’s”, que actualmente está ubicado sobre la Carretera Federal, en la Col. Ejidal.

“Trabajamos en serie, pero cada piñata requiere cerca de cuatro o cinco días; se le pone periódico, se sacan del molde, se le pone papel blanco, se pintan y se decoran”, detalló la artesana, quien encuentra este trabajo hasta terapéutico, porque cada piñata se hace con corazón y esmero.

Personajes diversos

Susana y Arturo tienen que estar a la vanguardia en personajes, pues los niños y adultos los traen “pero si pintos” dice ella. “Aunque no pasan de moda ni el Mikey Mouse ni las Princesas o las tradicionales estrellas, el cliente busca los personajes de moda”.

Susana Montalvo explicó que hoy, los más buscados son los perritos de la caricatura Paw Patrol, Moana y los unicornios que ahora son la sensación de chicos y grandes, porque aunque sean fiestas de adultos la gente quiere unicornios.

“Una que sigue entre las favoritas son las de Frozen, son una piñatas que siguen siendo de las preferidas”, dijo.

La empresaria señaló que en Playa del Carmen hay varios productores de piñatas, pero en “Piñatas Pirulin’s”, manejan la técnica de molde, única en la Riviera Maya.

El oficio de hacer piñatas

Nuestra entrevistada compartió que “el oficio de hacer piñatas es muy prospero y agradable para quien le gusta, pues se requiere tener curiosidad, dedicación para decorar y hay que tener un ‘toque especial, como toda la artesanía aunque en este caso deban de romperse”.

Agregó que en este lugar se hacen piñatas también por pedido, de la imagen o personaje predilecto y de las más extrañas que se han pedido, “son cocodrilos, arañas, el payaso Pennywise, Halo, Chewbacca, hace poco hicimos una Úrsula (La Sirenita) de dos metros, etc.”

“Es un arte que mi esposo hace y yo sólo lo sigo”, compartió  Susana, quien dijo a las personas que “no porque no tengan niños, dejen de poner piñatas en sus fiestas, pues es una tradición mexicana que une a las personas”, señaló.

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Cabe agregar que los precios de estas piñatas rondan entre 300 y 450 pesos, aunque hay otras más grandes o elaboradas con otros precios.