La propuesta de desaparecer las rentas vacacionales y las plataformas como Airbnb en la Ciudad de México, podría ser tomada en cuenta en Quintana Roo ante la molestia de condóminos de compartir instalaciones constantemente con desconocidos.

Encarecimiento de la renta común y perdida de la tranquilidad, llegaron con este sector

Sin embargo, para los hoteleros del destino, quienes desde hace años lo único que piden es piso parejo para este nicho económico la propuesta la ven con cierta incredulidad.

La propuesta presentada el pasado 15 de julio por la diputada de MORENA Leticia Estrada Hernández, plantea mular con entre 4 mil 344 a 26 mil 064 pesos a los propietarios que renten de manera temporal sus inmuebles, a través de estas plataformas.

En este sentido, Andrea Lotito, vicepresidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, consideró que “esta propuesta pasa a los vecinos de condominios, la decisión y respeto a poder rentar o no un departamento a turistas en el esquema de renta vacacional”.

“Esto es interesante ya que, no obstante esta opción tenga mucha aceptación, también es cierto que en todas las ciudades un numero igual o superior de residentes se opone porque aumenta el costo de las opciones de renta a residentes y desaparece la paz y el carácter original de un vecindario local, transformándolo en una caricatura a beneficio de los turistas”, indicó.

En este destino, quienes más afectados se han visto por el crecimiento de las rentas vacacionales son los pequeños hoteles, ya que ambos conviven en su mayoría en el primer cuadro de la ciudad y zona turística.

Los hoteleros estiman más de 14 mil espacios que se ofrecen en renta vacacional en la Riviera Maya únicamente pues en Cancún también se cuenta con un número importante.

“En ciudades más jóvenes cómo Playa del Carmen, la segunda en México por número de unidades en el mercado, pero seguramente la primera en relación a los residentes; podemos imaginar que, si la autoridad local sigue autorizando nuevos edificios sin poner topes u orden, serán nuevamente los condóminos quienes deban tomar medidas”, opinó Lotito.

“Ya hemos escuchado de muchos que han invertido en un departamento y se molestan al compartir la alberca entre sus hijos y visitantes temporales desconocidos”, añadió.

Pero, al igual que al sector hotelero, la crisis también golpeó a las plataformas como Airbnb, provocando una caída en sus ingresos a nivel local y mundial.

Y dado que el propietario debe pagar impuestos, la empresa también paga impuestos de sus comisiones y por ello, en su momento Airbnb se amparó, como recordó el líder hotelero.

“El mercado turístico podría beneficiarse de esta alternativa, pero la situación económica y la alarma sanitaria requieren que sean cumplan con sus obligaciones, porque es obligatorio un piso parejo”, insistió.

Lo cierto es que, en palabras de Andrea Lotito, “los empresarios de este segmento que no han decidido pasar a la renta a largo plazo, tendrán que aceptar que toda la atención de los tres órdenes de gobierno está sobre de ellos y que los hoteleros establecidos también apuntan el dedo en esta dirección para sobrevivir”.