Tras realizarse una operación estética, la tiktoker compartió que se arrepiente de no haber investigado si el procedimiento para retirarse las bolsas de bichat era adecuado para ella. Hoy se lamenta de su aspecto.

Se trata de Jessica Frozza quien se sometió a un procedimiento estético sin realizar una investigación previa, siendo un claro ejemplo de que cualquier intervención no debe tomarse a la ligera, y de que la decisión de hacerlo no debe basarse únicamente en experiencias que vemos en internet, pues no sabemos qué hay detrás de esos resultados aparentemente perfectos.

Y es que las consecuencias de una mala cirugía implican además de un cambio físico poco agradable, también provocan alteraciones en el estado anímico por la inconformidad. Tal es el caso de Jessica Frozza, una influencer y tiktoker de origen brasileño quien recientemente alertó a sus miles de seguidores sobre los riesgos de someterse a tratamientos estéticos sin conocer a profundidad todo lo que eso conlleva.

Jessica Frozza se realizó una bichectomía: una cirugía donde se retiran las bolsas de bichat (la grasa acumulada en las mejillas), con la finalidad de conseguir un rostro más afilado y pómulos definidos. Pero la tiktoker confesó en una transmisión en sus redes sociales que se arrepentía de haberse realizado ese procedimiento sin haber confirmado que era adecuado para la forma y estructura de su cara.

Resultados impensables

“Me convertí en una calavera, ¿por qué nadie me avisó?” “Mi cara se cayó, no reconozco mi rostro”, fueron algunos de los comentarios que la tiktoker dijo en una dinámica donde interactuaba con sus seguidores.

Aunque después Frozza eliminó sus cuentas de redes sociales, donde estaba el video de sus quejas, el material se viralizó, y fue publicado por la cadena brasileña UOL.

Aunque la joven trató de recuperar la forma natural su rostro implantándose silicona para rellenar sus mejillas, los resultados no fueron suficientes y decidió revertir el procedimiento para intentar otras alternativas, expuso UOL, que agregó que la tiktoker ahora se encuentra tratando de estimular la producción de colágeno en las zonas con
mayor flacidez, que en su caso, son las mejillas y pómulos.

En su transmisión, Frozza había aclarado que los médicos a cargo del procedimiento realizaron un excelente trabajo, y que su descontento era más bien porque el tratamiento no se ajustó a su rostro, y que ninguno de los especialistas le advirtió eso antes de someterse a la cirugía.

Cabe señalar que aunque este procedimiento es catalogado como una cirugía de bajo riesgo, no hay que olvidar que sigue siendo un procedimiento quirúrgico, y que como todos, requiere que los rostros sean candidatos para no sufrir consecuencias negativas.