Una joven creía que tenía COVID-19 y pasó 40 días con síntomas, pero luego descubrió que era otra enfermedad muy severa.
Su nombre es Sinead Hudson se contagió de COVID-19 cuando, junto a su esposo Rob, disfrutaban de unas increíbles vacaciones en Ibiza, España.
Y aunque ambos se contagiaron, ella continuó con los síntomas por mucho más tiempo, luego descubriría que era otra enfermedad.
Llevaba demasiados días con síntomas de COVID-19
Sinead Hudson llevaba casi 20 días con COVID-19, resguardada en Ibiza, de la cual no podía salir hasta encontrarse bien. En tanto, su esposo Rob se encontraba ya curado y en un estado de salud óptimo.
Justo, esta fue la razón por la que comenzaron a sospechar, pero ella prefirió esperar unos días más. Sin embargo, la fiebre le alcanzó los 41 grados, y Rob decidió terminar con su agonía.
Fueron a urgencias, y la mujer aún se mostraba débil, cansada, con fiebre y mucho malestar.
“Yo estaba bastante mal, muy débil y cansada, pero mi pareja no y pensamos que solo afecta a algunas personas de manera diferente a otras”, explicó al diario The Sun.
“Estuve tosiendo y tuve mucha fiebre durante más de dos semanas”, agregó.
En urgencias Sinaed se sometió de nuevo a un hisopado, su sorpresa fue muy grande, ya que el test arrojó un resultado negativo.
”Estaba tomando paracetamol para bajar la fiebre, pero tan pronto como me bajaba la temperatura, el efecto se cortaba y volvía a subir”.
“Ya eran mediados de enero y yo seguía enferma, realmente no comía”, contó la joven.
“Pensé que era solo una infección o un COVID-19 prolongado y quería que me dieran antibióticos para poder irme a casa, pero me dijeron que necesitaban averiguar cuál era la infección”, contó Sinaed.
No tenía COVID, en realidad era otra enfermedad más severa
La británica pasó cuatro días internada, hasta que los médicos le realizaron una biopsia de médula ósea. Dos horas después, le dieron el resultado:
“Tienes una leucemia aguda”, dijo el médico.
Fue en ese momento, todo cambió para Sinaed, ya que comprobó que su enfermedad era otra, muy diferente a lo que pensaba.
“Todo se puso blanco y mis oídos empezaron a zumbar. Sentí como si mi cerebro se hubiera detenido y no podía asimilar nada de lo que me estaba diciendo”, señaló.
Sinead volvió rápidamente al Reino Unido para recibir quimioterapia; y la leucemia linfoblástica aguda hace que la médula ósea libere glóbulos blancos antes de que estén listos, y deja al paciente muy débil frente a las infecciones.
Por fortuna, la mujer se está recuperando y se ha tomado la enfermedad con mucha valentía. Incluso se convirtió en activista para recaudar fondos.
“Quería crear conciencia sobre las organizaciones benéficas que apoyan a las personas con esta enfermedad en la sangre”, declaró.
Actualmente, se siente afortunada por descubrir el cáncer tan pronto, en parte, gracias a su diagnóstico por otra condición, la COVID-19.