A veces las protestas no salen como los activistas creían, pues en algunos casos sus formas arriesgadas de mostrar su descontento ante la contaminación y el cambio climático pueden jugarle una mala experiencia.

Así le ocurrió a Raúl Semmler, un activista que tuvo la idea de pegar su mano al asfalto en señal de protesta, lo que nunca imaginó es que luego al intentar despegarla le sería imposible pues él pegamento resultó ser bastante eficaz.

Fue este 13 de diciembre, cuando los servicios de emergencia tuvieron que acudir al sitio donde se encontraba el activista, quien ya no podía mover su mano debido al fuerte pegamento que lo unió al asfalto.

Ante la imposibilidad de quitarle la mano del asfalto, los servicios de emergencia optaron por romper el asfalto para así de de esta forma trasladarlo a un centro de salud.

Cerca de una hora y media tardaron en romper el asfalto el cual quedó pegado a la mano del hombre como si se tratará de un hombre de ‘piedra’.

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“Su mano se pegó tan fuerte a la calle que no pudimos liberarla por los medios habituales. Por eso, tuvimos que utilizar un martillo perforador”, reveló la policía alemana.

Cabe destacar que por esta acción, el activista fue detenido por infracciones a la Ley de Reunión y daños a la propiedad.

Con información de Plumas Atómicas