Los visitantes que esperaban admirar la vista desde la Torre Eiffel se encontraron con una sorpresa desagradable el lunes, cuando el emblemático monumento de París cerró sus puertas debido a una huelga de trabajadores.
El personal de la torre, que reclama mejores condiciones laborales y salariales, inició un paro indefinido para protestar por lo que consideran un mal manejo financiero de la empresa que gestiona el sitio, propiedad del ayuntamiento de París.
Según Stephane Dieu, representante del sindicato CGT, la huelga busca obtener aumentos salariales acordes con los ingresos por venta de entradas y las mejoras en el mantenimiento del monumento, que recibe unos siete millones de visitantes al año.
La huelga coincide con un aumento de la demanda turística por la proximidad de los Juegos Olímpicos de verano, que se celebrarán en París en 2024. Muchos viajeros que llegaron a la torre de 300 metros de altura se toparon con un cartel en inglés que les informaba del cierre y les pedía disculpas.
En la página web de la torre, se advirtió a los visitantes de la interrupción del servicio y se les recomendó consultar el sitio antes de acudir al monumento o aplazar su visita. Los que habían comprado las entradas con antelación recibieron notificaciones por correo electrónico.
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No es la primera vez que la Torre Eiffel se ve afectada por huelgas. El año pasado, el monumento estuvo cerrado un día entero en Navidad y Año Nuevo por una disputa contractual entre los trabajadores y la dirección.
Con información de Milenio
