Salvador Zubirán Rabay compareció por primera vez ante un juez en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, tras ser detenido y acusado de secuestrar y someter a constantes abusos a su esposa, Priscila Sand, una joven argentina de 27 años que logró escapar del cautiverio el pasado 15 de abril.
Salvador Zubirán Rabay, nieto del fundador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, fue arrestado el 23 de mayo por las autoridades de la Ciudad de México. La audiencia, celebrada el 24 de este mismo mes, centrada en delitos graves como privación de la libertad, violencia física y sexual, fue apenas el primer paso de un proceso judicial que podría revelar un patrón de abusos extendido a otras mujeres.
Prinscila Sand denunció que durante su reclusión fue constantemente vigilada con cámaras, micrófonos y sensores en su hogar, mientras vivía bajo la custodia de nueve escoltas privados contratados por su pareja. Afirmó que Salvador Zubirán incluso mandó construir un cuarto de pánico en la casa para encerrarla.
El testimonio de Priscila Sand fue difundido en un video que se volvió viral en TikTok, donde detalló los abusos y expresó miedo por su vida y la de su hijo de nueve meses. Señaló que fue obligada a tomar medicamentos controlados que su agresor obtenía del instituto médico fundado por su familia. También mencionó que intentó volver a Argentina en 2023, pero fue amenazada para regresar a México.
Además, acusó a Salvador Zubirán de utilizar su poder e influencias para corromper al sistema judicial mexicano, alegando que ha comprado jueces, policías de investigación y ministerios públicos para manipular procesos legales, fabricar pruebas y silenciar a sus víctimas.
Más mujeres acusan a Salvador Zubirán de secuestro
Priscila Sand no es la única mujer que ha denunciado a Salvador Zubirán. Ximena Oteriza afirmó que vivió una situación similar: estuvo retenida por más de un año y medio, hasta que logró escapar en junio de 2022. En su relato, mencionó que otras mujeres también sufrieron abusos, entre ellas Laura Vignatti, una actriz argentina radicada en México, quien también lo denunció en 2023, aunque su caso no avanzó legalmente.
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Las víctimas ahora están unidas exigiendo justicia. Ximena Oteriza enfatizó que hasta ahora ninguna de las denuncias ha prosperado en los tribunales: “Nunca se ha hecho justicia. Hoy alzamos la voz juntas para que por fin detengan a esta persona y a su familia, que también son cómplices”.
El caso de Salvador Zubirán Rabay pone en evidencia no solo un presunto patrón de violencia sistemática, sino también la impunidad que puede otorgar el privilegio. Las víctimas esperan que esta vez, gracias a la presión pública, el proceso judicial avance con transparencia y verdad.
Con información de Infobae y Tribuna
