PLAYA DEL CARMEN, MX.- En las últimas semanas, a las cuentas oficiales de los distintos medios de comunicación, y de los reporteros, han llegado una serie de correos con los que la ahora precandidata de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) a la presidencia de Solidaridad, Laura Beristáin Navarrete, quiere llegar a la población.
Las primeras misivas (que no entiendo si comunicados oficiales), eran para dar a conocer su simpatía con Andrés Manuel López Obrador y su salida de las filas del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Los siguientes, para retomar su bandera proselitista, la única que ha tenido, por el tema de Aguakán que, ya se ha tratado, y se le ha explicado con peras y manzanas a la diputada, sobre el proceso lento para evitar que se pueda perder o el pueblo solidarense tenga que pagar los errores de la administración de Mauricio Góngora Escalante de la que, también hemos dicho infinidad de veces, ella formó parte. Sin olvidar que avaló dicha concesión al ausentarse en la sesión de Cabildo.
También para desinformar a la población de un tema que no se ha tratado por la actual administración y que por un tiempo fue la bandera de su hermana, la senadora Luz María Beristaín, como lo es CALICA.
Pero esto no es raro en la diputada, siempre se ha conducido enarbolando los temas que más votos le pudieran generar.
Lo que sí es extraño, y da paso a esta reflexión, son los últimos correos que Laura Beristaín ha enviado a través de su personal (que mejor deberían asesorarla en los temas de agenda de la XV Legislatura que aún reclaman su participación, y por los que cobran entre 4 mil y 50 mil pesos mensuales, como destapó la organización civil “Somos tus Ojos, Transparencia por Quintana Roo), ya no me quedó claro cuál era su objetivo.
El 27 de diciembre, la legisladora mandaba un intento de comunicado que empezaba así:
“Con la Navidad y Fin de Año llegan las fiestas, reuniones, bailes, compras de regalos y el compartir momentos con familiares y amigos; sin embargo, para muchos esta época no representa alegría, sino que más bien son días en los cuales los episodios depresivos detonan y la tristeza es mayor. En fin de año muchas personas realizan un balance de sus logros, lo que está pendiente y las pérdidas que tuvieron, por lo que sentir cierto grado de tristeza es normal, pero si va acompañada de fatiga, problemas de concentración y alteraciones en el apetito, puede tratarse de depresión”.
Y lo citó porque sigue sin quedarme claro si este tema de las navidades, años nuevos y depresiones, será tratado desde la Comisión de Salud y Asistencia Social que preside en la XV Legislatura; o será parte de sus propuestas de campaña o pre-campaña a la presidencia municipal.
O es que, quiere impresionar a la sociedad de un”doctorado” en psicología con el que no cuenta hasta donde sabemos.
Y no quedó ahí, dos días después, el 29 de diciembre, en lo que parecía una broma retrasada por el Día de los Santos Inocentes, la diputada enviaba otro boletín abordando el tema de la felicidad.
“La felicidad de un pueblo depende del buen gobierno, y el buen gobierno de un conjunto de conocimientos en diversas materias, que permitan gobernar con prudencia y por el bien común de los gobernados”.
Sinceramente, diputada, me gustaría saber qué iniciativas ha metido en la presente Legislatura para que Quintana Roo sea “feliz” en los términos que usted define.
Y, perdón al lector… y en verdad les pido una disculpa por adelantado al atreverme a reproducir lo siguiente…
Pero resulta que en este mismo boletín, sobre la definición de la felicidad, Laura Beristaín también da una cátedra de filosofía e historia…