Un fabricante de armas ha sido sentenciado por la justicia de Estados Unidos a pagar una indemnización a las víctimas de una matanza, la cual ocurrió en el año 2012.

Fue hoy que la Justicia de Estados Unidos ha condenado por primera vez a un fabricante de armas por la matanza perpetrada en un centro escolar, en este caso por la ocurrida en 2012 en el colegio de primaria Sandy Hook, en el estado de Connecticut, donde una veintena de niños de entre seis y siete años fueron asesinados a tiros por un joven de 20 años.

Serán los familiares de nueve de estas víctimas quienes recibirán una indemnización de 73 millones de dólares por parte de Remington, el fabricante del rifle que Adam Lanza utilizó para matar a 26 personas, entre las cuales había seis adultos y 20 niños, en diciembre de 2012 en esta escuela situada en la ciudad de Newtown, en la costa este de Estados Unidos.

La histórica sentencia estadounidense se produce después de una prolongado litigio en el que la defensa de las víctimas denunció a Remington, que desde entonces se declaró en bancarrota. Y es que esta empresa ofrecía sus productos de manera irresponsable entre jóvenes a través de su publicidad en videojuegos.

Previamente, en julio de 2021 el fabricante de armas ofreció a las víctimas un acuerdo de unos 33 millones de dólares para cerrar el caso, después de que en 2019, el Tribunal Supremo de Estados Unidos desestimara un recurso presentado por la empresa acogiéndose a una ley federal con la que pretendía evitar cualquier tipo de responsabilidad en lo ocurrido.

Remington fue sumamente criticado en septiembre del año pasado, unos meses después de que su oferta de conciliación fuera rechazada por las familias al intentar sin éxito hacerse con los informes académicos y de asistencia de los docentes y de cinco de los niños asesinados. Posiblemente para querer manchar su memoria.

“No tenemos explicación de por qué Remington ha pedido al Distrito de Escuelas Públicas de Newtown los registros académicos, de asistencia y disciplinarios de estos cinco escolares de jardín de infancia y de primer grado”, cuestionó en su momento el abogado de las víctimas, Joshua Koskoff.

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“Estos registros no pueden excusar la atroz conducta de publicidad de Remington, ni servir de ayuda para estimar los catastróficos daños de lo ocurrido. La única parte relevante de este historial de asistencia es que estaban en sus escritorios el 14 de diciembre de 2012″, detalló el abogado.

Cabe resaltar que el perpetrador de la masacre tenía problemas de salud mental. Adam Lanza –que tenía síndrome de Asperger y presentó durante su adolescencia cuadros de depresión, ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo– mató a su madre con la misma arma antes de irrumpir en Sandy Hook y matar a 26 personas, después de lo cual se disparó en la cabeza.

Hoy, las familias al menos podrán recibir una compensación económica. Y habrá que ver si esta resolución sienta un precedente en Estados Unidos, donde hay decenas de matanzas como esta en escuelas de todos los niveles educativos y los fabricantes de armas no han pagado esta clase de indemnizaciones.

Con información de Europa Press.

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