Una mujer estaba presa por abortar. Debido a esto fue acusada de asesinato. Luego de fuertes presiones de colectivos y feministas, un fiscal de texas ha decidido retirar los cargos y dejarla en libertad. El caso es el de Lizelle Herrera, una mujer de origen hispano que se encontraba presa en un condado de Texas, Estados Unidos.
Sobre el mismo caso, el fiscal del distrito que tiene jurisprudencia sobre el condado texano de Starr, dijo que hoy lunes presentará una moción para desestimar la acusación contra la joven Herrera de 26 años.
“Tras revisar la ley aplicable en Texas, está claro que la señorita Herrera no puede y no debe ser procesada por la acusación presentada en su contra”, escribió el fiscal Gocha Allen Ramirez.
La joven de 26 años de edad fue detenida el jueves pasado acusada de “asesinato” por haber supuestamente “causado la muerte de una persona mediante el aborto autoinducido”. Además se le fijó una fianza de 500 mil dólares (medio millón).
Tras darse a conocer el caso decenas de personas que promueven la despenalización del aborto y que las mujeres puedan decidir sobre sus propios cuerpos, acudieron a protestar este fin de semana. Gracias al apoyo de estas personas Lizelle Herrera fue liberada mediante el pago de la fianza y se le consiguió un representante legal.
POLÉMICA LEY
Las activistas alertaron que pese a que Texas es un estado conservador y retrógado en muchos sentidos, en la ley no hay nada que permita acusar a una mujer de asesinato por el hecho de abortar.
Texas tienen una nueva ley, vigente desde septiembre. Se va vetado casi en su totalidad el aborto, se prohíbe desde que se detecta actividad cardíaca fetal, cerca de las seis semanas de gestación; en esa etapa muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. De ahí la polémica.
Pero en todo caso esta ley no procesa a las mujeres que abortan sino a los médicos o a aquellas personas que les ayudan a realizar este procedimiento, por lo que no tenía sentido que esta mujer fuera acusada de asesinato.
No hubo delito
El fiscal de texas fue claro al asegurar que Herrera “no cometió un acto criminal bajo las leyes del estado de Texas”, en un intento de evitar que su caso cause temor otras personas que puedan pasar por una situación similar.
De acuerdo con Frontera Fund, una organización que apoya el acceso al aborto en el valle del Río Grande, Texas, Lizelle Herrera fue arrestada tras ir al hospital por un “aborto espontáneo” y dar “información al personal del hospital, que la denunció a la Policía”. Ahí fue acusada de asesinato.
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Según el fiscal, si bien la Policía hizo bien en investigar no tenía el derecho de acusar de asesinato a la joven de 26 años por haber sufrido un aborto espontáneo. Aunque hay quienes piensan que pudo haberlo provocado, pues los medicamentos usados para ello generan los mismos síntomas. Y este tipo de casos también han aumentado.
Este caso resalta pues en los próximos meses el Tribunal Supremo de EU decidirá sobre un caso relacionado con el aborto y todo apunta a que la mayoría conservadora de la Corte cambiará su jurisprudencia, que al día de hoy garantiza el derecho al aborto hasta las 24 semanas de gestación. En caso de hacerse el cambio, unos 26 estados conservadores van a prohibir aún más interrupción voluntaria del embarazo y aquellas mujeres que lo intenten podrían ser criminalizadas.
Con información de EFE.
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