Después de que el Volcán de Fuego en Guatemala hiciera erupción el día de ayer por la mañana y más tarde registrara más actividad, las labores de rescate continúan pero el número de afectados va en aumento.
El Volcán de Fuego es uno de los que se encuentra más activo en Centroamérica, ya que tan sólo en este año es la segunda ocasión que presenta actividad. En las labores de rescate se ha utilizado palas y maquinaria pesada para encontrar sobrevivientes.
La cifra de personas desaparecidas hasta el momento es desconocida, pero el gobierno ya ha contabilizado hasta este momento que 3 mil 200 personas fueron evacuadas, la cantidad de personas fallecidas pasó de 6 a 33, mientras que hay 40 personas heridas, algunas de ellas con quemaduras graves.
CAUDALES PIROCLÁSTICOS
La catástrofe que ha ocasionado el Volcán de Fuego en Guatemala está caracterizada por los flujos piroclásticos también conocidos como nubes ardientes que dejan grandes estragos a su paso y son extremadamente peligrosas. Estas nubes tienen la característica de ser una mezcla de fragmentos de piedra, gas y ceniza que descienden del volcán, las temperatura que puede llegar a alcanzar es de 800 grados Celsius y viajan a decenas de metros por segundo, incluso, los flujos pueden subir colinas.
Las personas que se encuentran cerca de estos flujos mueren a causa de asfixia ya que las nubes queman el sistema respiratorio.
La manera en que estos flujos se forman se debe a cuando el volcán presenta fuertes explosiones acompañadas de expulsión de rocas calientes y gas que se elevan al cielo y colapsan formando la nube que desciende por las laderas del volcán. Aunque el material más pesado como las rocas no se encuentran en la nube hay presencia de gas y ceniza fina de altas temperaturas.
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Normalmente, las nubes alcanzan un distancia de 5 a 10 kilómetros pero en erupciones de mayor fuerza alcanza hasta 20 kilómetros, en ocasiones, los decesos y heridos que se presentan por la erupción de un volcán no se registran por la lava sino por los flujos piróclasticos.