Berlín.- Después de diez años de esfuerzos, México recuperó hoy dos esculturas olmecas de 3 mil 200 años de antigüedad que se encontraban incautadas por un coleccionista alemán.
El inicio del conflicto
En 2008, las autoridades mexicanas y alemanas iniciaron una disputa legal, debido a que Leonardo Patterson, un traficante costarricense de obras de arte, se llevó de México dos bustos olmecas de madera, de manera ilegal.
En 2017, se comprobó que estos bustos pertenecían a México.
Detalles de las esculturas olmecas
Los dos bustos de madera de ceiba y jobo, de 48 y 30 centímetros de alto, fueron tallados alrededor del mil 200 a.C. en lo que en la actualidad es el estado de Veracruz.
Hoy en día sólo se conocen 13 piezas similares, dos de las cuales se exhiben en el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México.
Ambos bustos pertenecen al sitio arqueológico El Manatí, único donde se han hallado esculturas de ese tipo, antigüedad y características; mismas que se atribuyen a una de las primeras culturas mexicanas, la olmeca.
Son especiales y se encuentran conservadas
“Hemos tenido éxito y estamos muy contentos”, aseguró María Villarreal, coordinadora de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Villarreal se encuentra actualmente en Munich, al sur del país germano, para el acto de devolución de las piezas.
La experta refirió que ambas esculturas olmecas son “muy especiales” y se encuentran “perfectamente conservadas”.
Devolución, un gran precedente
“Hemos hecho una importante labor para acreditar, con elementos claros y precisos, que las piezas son mexicanas y que salieron de forma ilegal del país. Hemos logrado acreditar una posesión ilegal”, dijo Villarreal.
Esto marca un precedente, al ganar México esta larga disputa legal, librando las dificultades necesarias en el camino.
Se buscará recuperar el patrimonio
“México ha sido muy constante en la recuperación de su patrimonio histórico y no va a renunciar a este tipo de acciones para seguir recuperando sus obras”, afirmó Villarreal.
Se estima que ambos bustos fueron sustraídos del país a finales de los años 80; y el jueves llegarán a México, para ser trasladados a los talleres del INAH.
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Ahí, se estabilizarán y rehabilitarán, para aspirar a ser expuestos al público en un plazo corto de tiempo.
