El hombre, de 41 años, desapareció la noche del sábado al salir de una discoteca en la exclusiva colonia de Polanco, en la capital.
Las autoridades del Estado de México han encontrado este lunes el cuerpo sin vida de Íñigo Arenas Saiz, el empresario, de 41 años, que desapareció el sábado por la noche después de estar en el club nocturno República, ubicado en Polanco, uno de los barrios más ricos de la capital. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha confirmado su muerte durante la conferencia mañanera desde Palacio Nacional y ha asegurado que la Fiscalía del Estado de México aportaría más datos a la mayor brevedad.
Familiares y amigos perdieron la pista del empresario después del sábado por la noche, cuando el empresario estuvo de fiesta en el bar República, del que salió escoltado a las 2:46 de la madrugada por un guardia de seguridad. El dueño del bar publicó en sus redes sociales un vídeo en el que se puede ver a Arenas fuera del recinto en un aparente estado de ebriedad y con dificultades para mantener el equilibrio. “De igual manera nos informan que trató de ingresar a otros establecimientos que de igual manera no le permitieron el acceso”, contaba el dueño.
La activista Saskia Niño de Rivera, creadora de la asociación Reinserta, con fuertes contactos en las fiscalías de la capital y el Estado de México, ha asegurado que el examen preliminar indica que el empresario murió por broncoaspiración, es decir, ahogado en su propio vómito debido al exceso de alcohol que ingirió aquella noche. Después de salir de la discoteca de Polanco, el empresario se habría trasladado al Black Royce, un bar en Naucalpan, donde fue encontrado su cuerpo tiempo después. Estos detalles todavía están pendientes de ser confirmados por las autoridades.
El periódico Milenio reporta que Arenas fue encontrado por personal del bar, cerca de la salida de emergencia. Cuando llegó la ambulancia y los servicios de emergencia, el hombre ya no tenía signos vitales. Tampoco se ha informado hasta el momento si tenía signos de violencia que pudieran llevar a pensar en un homicidio, aunque la Fiscalía Regional de Naucalpan ha abierto una carpeta para investigar lo ocurrido. La noche de su desaparición, el empresario tenía pelo castaño oscuro, ojos color café, y vestía unos jeans y camisa de cuadros.
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El empresario desapareció en la colonia Polanco, una de las más adineradas de la ciudad, donde la policía patrulla las calles como en ningún otro barrio. La avenida donde estaba localizada la discoteca en la que se vio al empresario por última vez, la Avenida Presidente Masaryk, está recorrida por tiendas de lujo internacionales y los mejores restaurantes del país. Pese a las medidas de seguridad que rodean las calles, la colonia no se libra de hechos violentos que son el pan de cada día en el resto del país. El pasado junio, unos ladrones atracaron una joyería de prestigio en Antara, un centro comercial al norte de Polanco.
El bar República ha estado en otras ocasiones en el centro de la polémica por varios secuestros exprés. El caso fue denunciado por el abogado Gerardo Carrasco, que lo denunció después de ver varios casos de este tipo. La forma de operar de los ladrones era siempre muy similar: se quedaban en el exterior del recinto esperando hasta las dos y tres de la mañana. Cuando encontraban una víctima fácil de manejar, la raptaban, le robaban todo su dinero a través del móvil y les dejaban en una colonia alejada de la ciudad. El objetivo es que la persona violentada no pueda reaccionar rápidamente y ellos tengan más tiempo para escapar.
(Con información de www.elpais.com)