Los dueños del restaurante de Salamanca que fue víctima de un atentado ya habían denunciado que eran víctimas de extorsión por parte del crimen organizado. Sin embargo sus denuncias fueron ignoradas por las autoridades de la Fiscalía General de Guanajuato.

Mientras que medios locales dicen por su parte que el atentado con un explosivo en el que fallecieron Mauricio Salvador Romero y Mario Alberto Hernández, dueño y gerente de Barra 1604, encendió la alerta entre las autoridades de otros municipios de Guanajuato.

Al parecer los titulares de las áreas de seguridad de Celaya, León y Guanajuato capital, coincidieron en que este hecho debe considerarse entre los incidentes de violencia que podrían pasar en sus respectivos municipios. Y es que el propio presidente López Obrador dijo que hay informes de que este tipo de incidentes están aumentando en ese estado.

Por su parte el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo aseguró ayer que se trató de un acto “terrorista”, una clasificación que muchos consideraron preocupante sobre todo porque, de serlo, la organización que lo perpetró podría ser considerada terrorista por Estados Unidos, que desde hace tiempo contempla actuar por su cuenta y sin consultar a México en contra de los grupos armados dedicados al narcotráfico.

Pero fuera de esa declaración, el gobernador está tuiteando sobre otros temas, nada sobre la seguridad, que ha dejado en manos de Carlos Zamarripa Aguirre, quien lleva 11 años en la cartera de fiscal y que pretende quedarse nueve años más a pesar de las presiones del Gobierno federal para que deje el cargo.

Pero nada han dicho sobre que el restaurante de Salamanca, Barra 1604 ya había denunciado que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) les pidió tiempo atrás un pago de 50 mil pesos a la semana como parte de un “derecho de piso para que pudiera operar sin ningún problema”.

E incluso esto fue denunciado hasta dos veces ante la Fiscalía General de Justicia de Guanajuato, pero en ambas ocasiones los empresarios fueron ignorados.

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“Mi hermano y Mario fueron las víctimas, pero el mensaje no sólo era para ellos, porque lo decíamos, ¿no? Estas cosas cuando son directas o franco, llegan a alguien son dos balazos, este era un mensaje para decir que aquí están, que aquí siguen, que no se van a ir, es un mensaje para causar terror, para ponernos a nosotros de nuevo a encerrarnos en nuestras casas porque creo que a nadie le da seguridad ver Guardia Nacional o ver Ejército, creo que al revés nos da más paranoia y nos da más temor”, lamentó en trevista Eddie, hermano de Mauricio Salvador Romero, una de als víctimas del atentado del domingo en este restaurante de Salamanca.

Habrá que esperar a ver si las autoridades de Guanajuato presentan algún avance en torno a este lamentable crimen que ha indignado y atemorizado por igual a México.

Con información de Milenio y Zona Franca.

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