Después de casi cinco años de búsqueda incansable por parte de autoridades, colectivos ciudadanos y su familia, fue localizado sin vida “Rafita”, un menor de edad desaparecido desde octubre de 2020. El hallazgo ocurrió en la misma zona donde fue reportado como desaparecido: en la colonia Playas del Sur, Puebla, en el estado del mismo nombre.
Rafael, conocido por sus familiares como “Rafita“, fue visto por última vez el 6 de octubre de 2020, según registros oficiales. En ese entonces, se emitió una Alerta Amber que se mantuvo activa hasta este mes de junio, cuando las autoridades finalmente pudieron corroborar su identidad.
Durante un cateo realizado por la Comisión de Búsqueda en abril de 2024, se excavó en el terreno de la casa en la que vivía Rafita, ubicada entre las calles Río Grijalva y Coatzacoalcos. Allí, tras cinco años ocultos bajo tierra, fueron descubiertos restos humanos. En el tiempo que pasó entre la desaparición y el hallazgo, la vivienda fue rentada a diversas familias que, sin saberlo, vivieron sobre una escena del crimen.
Padres del niño desaparecido en Puebla son sospechosos de homicidio
El menor vivía junto a su padre biológico, Rafael N, y su madrastra, María Elva N, quienes actualmente se encuentran prófugos. Ambos son señalados como los principales sospechosos del presunto homicidio.
Felisia, la abuela paterna de “Rafita“, fue la única persona que mantuvo activa la búsqueda desde 2020. Participó en marchas, buscó apoyo en colectivos de desaparecidos y nunca dejó de presionar para que se resolviera el caso. Según testimonios recabados por la Comisión, el menor sufría maltratos constantes de parte de su padre y su madrastra, tanto físicos como psicológicos.
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De acuerdo con vecinos y familiares, el menor desapareció luego de que le pidieran salir a comprar frijoles. Después de ese día, no se volvió a saber nada de él. Poco tiempo después, los adultos responsables de “Rafita” también desaparecieron, dejando la casa vacía y el caso sin resolver por años.
La Fiscalía General del Estado de Puebla mantiene abierta la investigación para dar con el paradero de Rafael N y María Elva N, quienes son considerados responsables directos de la desaparición y muerte del menor. La confirmación de la identidad de los restos ha dado un giro crucial a la indagatoria y renueva las esperanzas de que se haga justicia.
Aunque el hallazgo pone fin a una dolorosa búsqueda, también abre una nueva etapa: la exigencia de justicia por parte de la sociedad y los colectivos de búsqueda que acompañaron el caso. “Rafita” fue enterrado durante cinco años en su propia casa.
Con información de Milenio y Debate