Si alguna vez fuiste al supermercado, tomaste un producto y lo notaste más chico o con menos cantidad y al mismo precio, pues estás al frente del fenómeno de la “reduflación”.
Y es que, cuando la inflación en un país empieza a aumentar, surge este fenómeno, el cual hace que la empresa no aumente, pero sacrificando la cantidad y el tamaño.
Definición de reduflación

El concepto de reduflación es muy sencillo: a este fenómeno se le conoce así porque los productos disminuyen su tamaño sin incrementarse el precio de venta, por lo que el consumidor recibe menos al mismo precio.
Esta práctica es legal siempre y cuando se explique de manera correcta el contenido del producto, sin embargo, muchas veces no es transparente y termina provocando confusiones.
La primera vez que conoció este término, o uno de los primeros en nombrarlo, fue el economía Philippa Malmgren, quien le puso el nombre de “shrinkflation”, combinando la palabra inflación en inglés con “shrink”, que significa contracción.
Sin embargo, el hecho de que esto pase no es bueno, pues se considera un “asesino silencioso” que impacta en los ingresos de las familias y en las finanzas personales, así como los productos de servicios básicos y los alimentos envasados.
Además, en muchos casos tiende a aceptarse, aunque esto implique menos cantidad, para que esto se considere reduflación, el producto debe tener entre 5 y 10 por ciento del volumen de reducción.
¿Qué productos la tienen?

Aunque la lista es larga, los primeros en tener este efecto de reduflación son productos como los cereales, papel higiénico, detergentes, botanas, shampoos, aceites, entre otros.
Estos lo que hacen es reducir su contenido, por ejemplo, en vez de venir 300 hojuelas de maíz en la caja de cereal, solo vienen 280, en el papel higiénico se puede reducir el número de hojas.
También pasa que los empaques que tienen gramos o mililitros pueden reducirse para mantenerse al mismo precio o sacar presentaciones más pequeñas.
Para protegerse de esta situación, es muy importante ver la cantidad del producto que se compra y el precio que tiene, si es algo que consume muy frecuente, se va a dar cuenta rápido.
¿Es ética la reduflación?
Se considera que al ser una práctica, legal, pero poco ética, es el consumidor final quien paga todas las consecuencias.
Sin embargo, es un hecho que se ha normalizado en otros países, especialmente cuando los episodios de inflación son prolongados.
Incluso se tiene a cambiar las tipografías o colores para poder hacer que el cambio no se note tanto, pero igual los consumidores se dan cuenta al llegar a casa.