Una historia de profunda repulsión ha conmocionado a la sociedad de Brasil y, debido a que se hizo viral, al mundo entero.
Un anestesista en Río de Janeiro, Brasil, fue detenido después de haber sido captado abusando sexualmente de una paciente embarazada mientras personal médico le practicaba una cesarea.
Las autoridades pudieron actuar y detener al individuo gracias a que sus compañeros del equipo médico lo filmaron cuando se bajaba el cierre para sacar su miembro y luego introducirlo en la boca de la paciente, que se encontraba anestesiada al momento de la agresión sexual.
Las enfermeras del hospital, entregaron a la policía una gaza que presuntamente utilizó el anestesista para limpiar la boca de la paciente a la que abusó. Según lo relatado por las mujeres, la gasa contenía esperma y fue recogido del cesto de basura de la sala de operaciones.
Las enfermeras se decidieron a grabar a su compañero ya que este levanto sospechas, pues estaba utilizando con las pacientes más anestesia de lo normal.
Según el testimonio, el agresor insistió en que el telón que cubría la parte superior del cuerpo se subiera cada vez más, dejando completamente cubierto el rostro de la paciente.
Surgen más víctimas
El anestesiólogo fue identificado como Giovanni Quintella Bezerra y no solo ha sido acusado por abusar a la mujer de la que quedó el registro videográfico que dio con su captura.
Cerca de diez mujeres acudieron a la comisaria a denunciar a Giovanni. Entre las supuestas víctimas, tres mujeres dieron a luz hace poco.
Una de ellas es la técnica de radiología Naiane Guedes de Oliveira, quien acudió a dar a luz en el mismo hospital el pasado 5 de junio.
“Yo tuve a mi hijo el 5 de junio. Lo que me llamó la atención fue la anestesia general. Ya tuve otros tres hijos por cesárea y nunca había tenido anestesia general. Me drogué totalmente y eso me llamó la atención. Era Giovanni el anestesiólogo. Cuando vi sus imágenes me angustié”, declaró Naiane Guedes, quien busca que gracias a su testimonio más mujeres denuncien al agresor.
“Cuando empiezo a recordar, solo recuerdo su voz. Todo el tiempo me habló suavemente al oído. Siempre hablaba cerca, y eso me molestaba mucho. Me quejé después de que le dijo a mi esposo que se fuera. Estaba lento y sentía mucho dolor en la nuca. Me dijo que era normal y que por eso me tenían que sedar. No sé si abusó de mí, pero la sedación y el hecho de que estuviera muy cerca de mi cabeza me resultaba extraño.” conluyó.
(Con información de InfoBae y El Universal)
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