Los legisladores de Francia consideran que el lenguaje inclusivo atenta contra la cultura y buscan prohibir su uso en documentos oficiales.
Fueron 60 diputados nacionales firmaron un proyecto de ley para prohibir el lenguaje inclusivo en los documentos administrativos.
Según François Jolivet, redactor del proyecto de la República en Marcha, afirma que el lenguaje inclusivo es una “elección personal y militante”, y que no es “para nada mayoritario”, “confunde los mensajes” y “complejiza el aprendizaje de la lengua”.
Jolivet añadió en el proyecto que “la escritura inclusiva es tan ilegible como discriminatoria. La lucha por la igualdad entre mujeres y hombres es justa pero los caminos que toma son, a veces, confusos”.
Por otro lado, la Real Academia de la Lengua Española hizo, hace poco, la presentación de una recopilación de palabras para analizar los términos, utilizados coloquialmente, que aún no han sido aceptados ni incluidos en el diccionario.
En dicha recopilación se incluyeron pronombres ‘elle/elles’, pero la iniciativa duró menos de una semana.
En ese momento, ‘elle’ fue incluido en el observatorio, la RAE lo definió como “pronombre de uso no generalizado creado para aludir a quienes puedan no sentirse identificados con ninguno de los dos géneros tradicionalmente existentes”.
Sin embargo, cuando usuarios en Twitter consultaron a la RAE sobre el término y al no encontrarlo le preguntaron por qué la palabra ya no estaba en su página web, la respuesta fue:
“Debido a la confusión que ha generado la presencia de ‘elle’ en el ‘Observatorio de palabras’, se ha considerado preferible sacar esta entrada. Cuando se difunda ampliamente el funcionamiento y cometido de esta sección, se volverá a valorar”.
Sin duda, la cancelación del pronombre ‘elle’, asegura “significa un retroceso lingüístico”, mientras que en Francia no hay ni habrá por ahora ninguna actitud progresista para impulsar el lenguaje inclusivo.