Argentina.- La jueza Ana María Carriquiry sentó un precedente familiar en Argentina, pues dictó una sentencia inédita.

Y es que la jueza reconoció la paternidad de dos hombres que no son pareja y que apenas se conocían, para darle vida digna a un niño.

Tras la muerte de la madre, la magistrada dictaminó que el menor tendría también dos padres y, en consecuencia, tres apellidos, pues uno es el padre biológico y el otro el socioafectivo.

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Y es que los sujetos aceptaron la triple filiación por el bienestar de su hijo, así que, tras este fallo, acordaron un régimen de visitas, compartir cuota alimentaria y la posibilidad de viajar con el niño, entre otras acciones.

Todo esto se produjo porque la madre del menor estaba muy mal y le confesó a su pareja que el hijo que tuvieron no era de él, sino de un novio anterior (el padre biológico), cuando este se enteró, intentó anular la paternidad, pero el padre socioafectivo pidió que se reconociera la pluripatentalidad.

Finalmente, la jueza escribió una carta para el menor en la que le dice que lo único que hizo fue reconocer el derecho a tener dos papás que lo críen y cuiden.

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