Un grave incidente de seguridad ocurrió cuando una mujer de entre 55 y 60 años logró abordar sin boleto un vuelo de Delta Airlines desde el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK) en Nueva York con destino al Aeropuerto Charles de Gaulle en París.
La pasajera clandestina fue descubierta tras el aterrizaje y retirada de la aeronave por las autoridades francesas, lo que generó alarma sobre los protocolos de seguridad en uno de los días de mayor tráfico aéreo por el feriado de Acción de Gracias.
Según informó la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), la mujer superó con éxito el control de seguridad en el JFK, donde fue examinada para detectar posibles objetos prohibidos, lo que confirma que no representaba un riesgo inmediato de seguridad.
Sin embargo, evadió al menos dos puntos de verificación de identidad y abordaje antes de ingresar a la aeronave.
La pasajera, identificada como portadora de un pasaporte ruso y residente permanente en Estados Unidos (titular de una tarjeta de residencia o green card), aparentemente se ocultó en los baños de la aeronave durante gran parte del vuelo.
Rob Jackson, un pasajero que iba a bordo, declaró que la mujer se movía entre los baños, permaneciendo largos periodos en ellos, lo que despertó la curiosidad de los pasajeros.
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El capitán del vuelo, identificado como el número 264 de Delta Airlines, informó a los pasajeros tras el aterrizaje en París que debían permanecer sentados mientras las autoridades francesas resolvían lo que describió como “un grave problema de seguridad”. Según el testimonio de los pasajeros, al tocar tierra el piloto indicó que la policía estaba por abordar la aeronave para lidiar con el “pasajero extra”.
La mujer se encuentra en la zona ZAPI del Aeropuerto Charles de Gaulle, un área reservada para personas en espera de deportación. Según fuentes oficiales, la mujer intentó previamente solicitar asilo en Francia, pero no cumplió con los requisitos necesarios para entrar al país. Será deportada a Estados Unidos en los próximos días
Delta Airlines emitió un comunicado en el que enfatizó la importancia de la seguridad y confirmó que está llevando a cabo una investigación exhaustiva en colaboración con las autoridades de aviación y los organismos de seguridad. “Nada es más importante que la seguridad y la protección. Por ello, estamos trabajando estrechamente con las autoridades para determinar lo ocurrido”, señaló la aerolínea.
La TSA también está revisando los protocolos de seguridad en el JFK, uno de los aeropuertos más transitados del mundo, especialmente durante el feriado de Acción de Gracias, cuando más de 2.7 millones de pasajeros han transitado por los aeropuertos de Estados Unidos, según datos oficiales.