El telescopio espacial James Webb ha logrado un nuevo hito científico al crear el mapa más extenso y detallado del universo hasta la fecha, con imágenes de aproximadamente 800 mil galaxias. Este ambicioso proyecto ha sido posible gracias a los avanzados sensores del telescopio y al esfuerzo conjunto de investigadores internacionales.
La iniciativa, conocida como Cosmos-Web, se lleva a cabo en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias y representa una herramienta sin precedentes para el estudio del universo. Mediante técnicas de inteligencia artificial y redes neuronales, los astrónomos han podido clasificar cientos de miles de galaxias según su forma, tamaño y otras propiedades.
Este avance representa una contribución clave para comprender cómo surgieron las galaxias y cómo han evolucionado a lo largo de los miles de millones de años que conforman la historia del cosmos.
¿Cómo se construyó este mapa del universo?
Cosmos-Web forma parte del consorcio internacional The Cosmic Evolution Survey, activo desde 2007 y compuesto por más de 200 científicos de todo el mundo. Gracias a esta colaboración, los astrónomos han podido explorar etapas tempranas del universo con una precisión sin precedentes.
“El telescopio James Webb nos permite detectar galaxias mucho más lejanas y tenues que las vistas anteriormente, lo que nos da acceso directo al universo primitivo”, explicó el Dr. Jeyhan Kartaltepe, investigador del Instituto de Tecnología de Rochester y uno de los principales responsables del proyecto.
Otra figura clave del estudio, la profesora Caitlin Casey de la Universidad de California en Santa Bárbara, resaltó que “la calidad de las imágenes supera por mucho nuestras expectativas iniciales”.
El catálogo generado, denominado COSMOS2025, reúne información obtenida por el telescopio James Webb junto con observaciones anteriores de telescopios terrestres. Esta base de datos contiene registros únicos sobre cientos de miles de galaxias, permitiendo el análisis de su brillo, estructura, distancia y composición.
Durante el primer año de operaciones del telescopio, cerca de 50 investigadores dedicaron más de 250 horas a recopilar datos usando la Cámara de Infrarrojo Cercano (NIRCam) y el Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI), ambos instalados en el observatorio espacial.
¿Por qué es importante este mapa?
Este extenso conjunto de datos permitirá a los científicos abordar tres grandes preguntas sobre la evolución del universo:
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Comprender cómo se dio la llamada Era de Reionización, cuando las primeras galaxias comenzaron a emitir luz.
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Seguir la evolución de galaxias masivas durante los primeros dos mil millones de años del universo.
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Analizar cómo interactúan la materia oscura y la materia visible en el interior de las galaxias.
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Según Marc Huertas-Company, miembro del equipo y especialista en inteligencia artificial aplicada a la astronomía, este estudio marca “un cambio de paradigma”. Señaló que no solo se trata de una mejora en la capacidad de observación, sino de una transformación profunda en la manera en que los astrónomos procesan y comprenden el universo.
Con información de Vive USA.
