La NASA ha publicado imágenes de radar de la base estadunidense abandonada de Camp Century, una reliquia de la Guerra Fría. Fueron tomadas en abril por “casualidad” por el científico de la agencia Chad Greene cuando llevaba a cabo un estudio aéreo en Groenlandia.
De acuerdo con Europa Press se monitoreaba desde un vuelo con un radar tipo UAVSAR (Radar aerotransportado para estudios de la tierra/ Uninhabited Aerial Vehicle Synthetic Aperture Radar), a bordo de un avión Gulfstream III, mientras sondeaba la capa de hielo.
En abril de 2024, un equipo liderado por Greene sobrevolaba el helado desierto de Groenlandia cuando a 240 kilómetros al este de la base espacial Pituffik, algo extraordinario ocurrió: asomaron los vestigios de Camp Century, una base secreta de la Guerra Fría.
Construida en 1959 por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, era una red de túneles excavados dentro de las capas superficiales del hielo groenlandés.
Camp Century fue diseñado para ser una “ciudad bajo el hielo”, con planes para más de tres mil millas de túneles para proporcionar una ventaja táctica en una lucha nuclear contra la Unión Soviética.
Diseñada para albergar instalaciones militares y científicas, la base también ocultaba un ambicioso, aunque fallido proyecto conocido como “Iceworm”: un sistema de misiles balísticos intercontinentales ocultos en el continente Ártico.
Se diseñó para tener tres veces el tamaño de Dinamarca (propietaria de Groenlandia), con una superficie de 83 mil kilómetros cuadrados (casi el tamaño de Luisiana) y equipado con dos mil posiciones de tiro desde las que se lanzarían 600 “misiles Iceman” en caso de guerra nuclear con los soviéticos: un verdadero revólver tallado en hielo.
Los misiles se lanzarían por medio de túneles “cortados y cubiertos”, excavados a 28 pies (8.5 metros) debajo de la superficie, según un artículo académico titulado “El hombre de hielo que nunca llegó”.
Los 600 misiles habrían sido suficientes para destruir 80 por ciento de los objetivos estadunidenses en la Unión Soviética y Europa del Este, informó de su lado el “The Washington Post”.
Estados Unidos dijo a funcionarios daneses que el proyecto tenía fines puramente científicos. Las verdaderas motivaciones detrás del “Proyecto Iceworm” se revelaron en 1997, añade el prestigioso diario.
En total, el proyecto costó más de 25 mil millones de dólares en dólares actuales, y sería desmantelado debido a los desafíos asociados con la construcción debajo de una capa de hielo en constante cambio.
Sin embargo, tras su abandono en 1967, las estructuras quedaron atrapadas en un manto de nieve y hielo que hoy las sitúa a más de 30 metros bajo la superficie y que actualmente permanece inaccesible.
Lo que hace único al descubrimiento es el detalle alcanzado gracias al UAVSAR. A diferencia de radares tradicionales, que dan perfiles bidimensionales del subsuelo, este otorga mapas tridimensionales que permiten distinguir estructuras con una precisión sin precedentes.
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En los nuevos datos, las estructuras paralelas de la ciudad secreta se alinean con los túneles que se construyeron para albergar diversas instalaciones.
Esas imágenes ofrecen una perspectiva más clara de cómo se distribuyó la base, pero también presentan desafíos de interpretación, ya que otras capas del hielo, como el lecho a más de un kilómetro de profundidad, aparecen superpuestas en las imágenes.