A través de documentos expuestos por la revista Proceso, se ha dado a conocer los lujos que se daba el ex director de Pemex Emilio Lozoya Austin, quien durante tres años de gestión se dio una vida llena de viajes alrededor del mundo hospedándose en los hoteles más caros y comiendo en restaurantes de lo más exclusivo, todo pagado con la tarjeta ejecutiva de la empresa petrolera.

Lozoya empleaba las aeronaves de Pemex para trasladarse dentro de la Ciudad de México a las oficinas de la petrolera en Marina Nacional, oficinas privadas en Polanco o sitios de playa nacionales e internacionales, siendo sus favoritos, Europa y Asia para viajar.

De acuerdo con Proceso, mientras una detonación en las oficinas corporativas de Marina Nacional dejaba 33 muertos y 128 heridos, Lozoya se encontraba disfrutando de Asia, luego de haber estado en Davos, Suiza y tres días antes haberse tomado una selfie frente a un buque en los astilleros de Busan, Corea.

En abril de ese año, viajó a China y Japón, luego a Colombia en mayo, en junio visitó Rusia, a Argentina en Noviembre y al año siguiente se dirigió a Suiza, Japón y Reino Unido.

Hoteles

Además de los viajes que se daba prácticamente cada mes, también se hospedaba en lujosos hoteles cinco estrellas y comía en exclusivos restaurantes con estrellas Michelin.

Vanguardia.com, señala que cuando el ex titular de Pemex llegaba a Suiza solía ospedarse en The Dolder Grand, exclusivo cinco estrellas tipo castillo con vista al lago de Zurich y los Alpes, y para comer, lo hacía en restaurantes galardonados con Gault Milla.

“En Davos eran de su preferencia el Hilton Garden Inn, en Ginebra el Mandarin Oriental, éste último catalogado como un cinco estrellas de todo lujo descrito simplemente como un encanto suizo”.

El Four Season Hotel era otro de los preferidos de Lozoya, pues tenía vista a los Alpes, estaba ubicado a la orilla del lago de Ginebra, y contaba con pisos de mármol y antigüedades en sus decorados.

“En Viena prefería el Sans Souci, otro hotel luxury, en Londres el majestuoso The Dorchester o el Hilton donde la noche cuesta más de mil libras y tiene vistas al Hyde Park”.

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Mientras que en México, solía ser “cliente frecuente” de hoteles como el Makova Thai o el Gran Riviera Princess en Playa del Carmen, en Cancún, sus favoritos eran The Ritz-Carlton o el Nizuc Resort & Spa, esto y más lo descubrió la Revista Proceso gracias a facturas que obtuvo de Pemex.