Ante la inoperancia de Jesús Alberto Capella, secretario de (in)Seguridad Pública del Estado, Carlos Mimenza ofrece 2 o 3 hectáreas a los jefes de la mafia a cambio de la vida del empresario Edgar Lorenzo Vargas Mejía.
El polémico empresario precisó que el ofrecimiento de las hectáreas es con el fin de que los delincuentes establezcan un negocio lícito dentro de la llamada Zona Roja, y no los prostíbulos que propone Laura Beristain, presidenta municipal de Playa del Carmen, en la propia Quinta Avenida.
Mimenza denuncia una vez más que el incremento de la delincuencia en la entidad quintanarroense se dio con la llegada de Jesús Alberto Capella, al permitir la operación del Cártel de Los Rojos, situación que ha llevado al cierre de muchos comercios y la disminución del turismo por el cobro de piso.
En este sentido, Carlos Mimenza pone de manifiesto que ante la falta de derecho en Quintana Roo, avalado por el propio Carlos Joaquín, la ciudadanía ha comenzado a organizarse para tratar de evitar los delitos comunes, e incluso los cobros de piso a comercios y establecimientos.
Al hacer un llamado a los jefes de los cárteles, Mimenza puntualizó que, si siguen cobrando derecho de piso en Playa del Carmen, los empresarios no abrirán más locales y ello ocasionará la ausencia de turismo; si no hay turismo, no hay economía, si no hay economía tampoco habrá venta de sus drogas.
Respecto a la propuesta de la alcaldesa, Carlos Mimenza hizo énfasis en que la Quintana Avenida está literalmente destruida debido a la obra de remodelación que Laura Beristain no ha podido concluir. Esta remodelación ha afectado al comercio y economía de este importante destino turístico, lo cual ha llevado a que varios comercios cierren, aunado al problema de la extorsión por parte del Cártel de Los Rojos.
