Playa del Carmen.- Para Laura Beristain Navarrete, presidenta municipal de Solidaridad, la masacre en el bar “Las Virginias” de Villas del Sol, donde fueron asesinadas siete personas fue un “hecho aislado”, pese a que su administración se ha caracterizado de una serie de estos “hechos aislados”.
En un discurso más enfocado a minimizar y en hacer a un lado esta tragedia, que informar verazmente a la ciudadanía, la alcaldesa tachó de “hecho aislado” la matanza en este bar, pese a que se enmarca en la lucha entre grupos de delincuencia organizada, lo que no son “hechos aislados”, sino una cadena de ejecuciones que Solidaridad padece desde hace un año.
Laura Beristain minimiza matanza en Villas del Sol; dice que fue un hecho aislado
Pero la desfachatez de Beristain Navarrete va más allá, pues de forma inaudita afirmó que en seguridad les estaba yendo “muy bien”, lo que es una mentira total, pues el número de ejecuciones se ha incrementado desde que ella tomó el poder, en septiembre del año pasado.
2018 terminó para Solidaridad con una cifra de 98 muertos, de los que un tercio, 32 víctimas, fueron de sus tres meses de administración, indicativo de un repunte en la inseguridad.
En este inicio de año, con 6 días transcurridos hasta ayer, Solidaridad sumaba 10 muertos, más que cualquier otro municipio de Quintana Roo.
Sin coordinación
En la rueda de prensa, se le preguntó por la falta de coordinación con las demás instancias de seguridad pública, por su negativa a sumarse al Mando Único, lo que fue evadido por Laura Beristain, quien señaló que había una relación “institucional” y que al secretario estatal de Seguridad Pública se le trataba de “respeto”.
Esta evasiva y testaruda renuncia a sumarse a la estrategia conjunta de combate a la delincuencia lo está pagando la ciudadanía con su sangre, pues como confirmó hoy el titular de la SSP en entrevista para Televisa, esta negativa ha frenado sus esfuerzos para combatir a la delincuencia.
Lo cierto es que en Benito Juárez, un gobierno igualmente emanado de Morena, ya se aplica este Mando Único, con una notoria reducción en los asesinatos y otros crímenes de alto impacto.
La negativa de Beristain a sumarse a este esfuerzo no obedece, por tanto, a una situación política, sino que hace pensar que defiende el libre actuar de sus elementos, lo que supone una “caja chica” para las autoridades locales.
Corrupción agrava inseguridad
Como ejemplo, recordamos el caso de Nicolás Ríos, periodista chileno al que unos policías municipales le plantaron droga y posteriormente lo extorsionaron.
Posteriormente, el secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella, se reunió con Ríos y lo publicó en su cuenta de Twitter; por su parte, el periodista interpuso su denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado.
Idénticos casos de corrupción han sido denunciados por ciudadanos que han caído en los filtros ilegales de revisión instalados por policías municipales y que son exhibidos en redes sociales.
Incluso, una de las primeras causas de polémica entre Beristain y el gobierno estatal fue la entrega de la operatividad del C4 a la Secretaría de Seguridad Pública, para hacer más eficiente la respuesta ante denuncias ciudadanas. Con ello, se terminó la respuesta discrecional a distintas emergencias y, en especial, la posibilidad de alertar a ciertos grupos sobre la vigilancia policiaca.
Ahora, aunque asegure que se aplicará “cero tolerancia” a comercios, también ha objetado que la vigilancia de los horarios extra en bares y discotecas recaiga en el Gobierno del Estado, pues se le acaba una “caja chica” de corrupción para sus inspectores de fiscalización.
Como apuntó Capella esta mañana en entrevista, es muy llamativa la operación impune del bar “Las Virginias” en una zona habitacional, tema que era de conocimiento del Ayuntamiento, pero que jamás actuó en consecuencia.