Un grupo de científicos convirtieron una semilla milenaria, localizada en una cueva en el desierto de Judea, en un árbol, y podría pertenecer a una especie extinta con propiedades medicinales mencionadas en la Biblia.
Los especialistas creen que la semilla pertenece a una especie de árbol extinta que existía en la región que actualmente es Israel, Palestina y Jordania.
Además, afirman que el árbol podría ser la fuente del “tsori” (que significa bálsamo), una resina mencionada en la Biblia por sus poderes medicinales; un extracto resinoso asociado con la curación en Génesis, Jeremías y Ezequiel.
Aunque aclararon que en las hojas y resina de Sheba no hay compuestos aromáticos, sí se han detectado muchos medicinales, como triterpenos pentacílicos, relacionados con el embalsamamiento y otras prácticas funerarias, o altos niveles de escualeno (un 30 %), que es el principal componente de los lípidos poliinsaturados de la superficie de la piel con propiedades emolientes, antioxidantes, hidratantes y antitumorales.
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Entretanto, los investigadores señalan que los compuestos conocidos como guggul, identificados a partir de la resina de “Commiphora wightii”, han mostrado una potencial actividad anticancerígena.
Con información de Hindustan Times y Communications Biology